Cogemos aire. Pero no nos lo creamos. Hemos jugado los dos equipos en más desmoralizados, más desganados y con una malísima racha de una paupérrima segunda.
Esto es lo que hay. Ganar metiendo dos de seis claras y que la suerte nos acompañe porque atrás tampoco estamos nada bien.
La salvación pasa por echar al indeseable y que en enero vengan fichajes, consiguiendo al menos veinticinco puntos en la primera vuelta.
En caso contrario, si nos salvamos, el año que viene no será igual, será peor.