El análisis del rival: Más solidez que brillantez.
Málaga no ha tenido excesiva suerte en el sorteo de octavos de final de la Champions. Los dos rivales más fuertes en el bombo eran el Shaktar Donetsk ucraniano y el Oporto portugués y han sido los pupilos de Víctor Pereira los elegidos. La eliminatoria se presenta como una de las más igualadas de la competición ya que la posible ventaja, por plantilla y por experiencia, del Oporto queda mermada por el factor campo y, sobre todo, por el buen hacer de Pellegrini en el banquillo. La falta de presión en el Málaga también juega a su favor, ya que en Oporto se consideraría un fracaso no pasar la eliminatoria.

Lo primero que llama la atención de este enfrentamiento son los estilos de juego de cada equipo, totalmente contrapuestos. A diferencia de lo que hubiera ocurrido con el Shaktar, el Oporto no tiene el juego alegra que caracteriza al Málaga. Los portugueses destacan por su sobriedad en todas las líneas y la solidez en su juego. Realizan un fútbol práctico, basado en un 4-3-3 muy definido con las líneas juntas y con muy pocas fisuras.

Por la forma de jugar de cada uno, es previsible que el Oporto ceda el balón al Málaga, sobre todo en el encuentro de la Rosaleda, y busque las contras para hacer daño. Eso sí, a pesar de no ser un equipo especialmente vistoso, los de Víctor Pereira tienen jugadores que, dentro de la sobriedad general, dan un plus de calidad que les hacen temibles. Los dos mejores ejemplos son el mediocentro Joao Moutinho y el extremo zurdo James Rodriguez.

El segundo clasificado de la liga portuguesa es un clásico de la Liga de Campeones con 16 participaciones y dos títulos en sus vitrinas y cuenta en su plantilla con futbolistas muy hechos a jugar en Europa, lo que les da un extra de experiencia. Como la mayoría de equipos portugueses, tiene mucha influencia del fútbol sudamericano con una mezcla de brasileños, argentinos y colombianos que forman la base del equipo.

En la portería no hay dudas de que el elegido será Helton, veterano portero brasileño que cumple su octava temporada en el Oporto, que no es una garantía para su equipo. Alterna buenas y malas actuaciones y está lejos de ser un portero referencia en el continente.

En defensa siempre forma con un línea de cuatro, con dos centrales muy estáticos y que se incorporan al ataque en los balones parados y dos laterales que, como brasileños que son, tienen tendencia a incorporarse al ataque. En los costados los más habituales son Álex Sandro por la izquierda y Danilo por la derecha, siendo éste último el que más ayuda en ataque. Ambos pueden sufrir por el juego del Málaga, especialmente, si Pellegrini juega con extremos abiertos que busquen el uno contra uno. El líder de la defensa es el internacional argentino Nicolás Otamendi, que ha cambiado de compañero en el eje de la zaga durante la primera parte de la temporada. Le suele acompañar el brasileño Maicon, aunque en las últimas jornadas ha actuado el ex del Standard de Lieja, Eliaquim Mangala. A diferencia de lo que suele ocurrir con los equipos tan sólidos como el Oporto la defensa es su línea más débil.

En el centro del campo, Pereira pone en liza un trivote de jugadores muy complementarios y que aportan cada uno cosas diferentes. El pivote defensivo es el brasileño Fernando Reges, un jugador muy espigado y que se centra en las labores de destrucción. Bien por arriba, no se complica con el balón en los pies. Fue rescatado por el Oporto cuando jugaba en la Serie C de Brasil (Vila Nova) y ha alcanzado su madurez esta temporada a los 25 años.

Sus acompañantes en el centro del campo son Lucho González y Joao Moutinho. El primero de ellos es el jugador de la plantilla que mejor define el estilo de su equipo: completo, sobrio, seguro con el balón y efectivo. De movimientos elegantes, aporta galones y organiza al equipo.

El 'jugón' del Oporto es Joao Moutinho, una delicia de jugador para la vista que encarna las características propias un mediapunta con llegada. Destaca por su tremenda técnica, de primer nivel europeo, y tiene un poderosísimo disparo de larga distancia tanto de empeine como de interior. Es el encargado de botar las faltas y los corners de su equipo y su jugador más desequilibrante en el uno contra uno, junto a James Rodríguez. Deberá ser el futbolista a parar por parte del Málaga.

Y arriba, el Oporto juega con un tridente muy poderoso: Silvestre Varela, James Rodríguez y Jackson Martínez. Los dos primeros suelen actuar caídos a los costados y es frecuente que cambien de banda. Varela, con un breve paso por el Recreativo de Huelva hace varias temporadas, es diestro y se está beneficiando del tremendo control que ejercen las defensas rivales sobre los dos colombianos. Destaca por su velocidad y llegada y encara con facilidad a los laterales.

El colombiano James Rodríguez es otra de las grandes estrellas del equipo. Con solo 21 años cumple su tercera temporada en el club y es un jugador completísimo dotado de una gran técnica y que lo hace casi todo bien. Puede jugarse el uno contra uno y centrar de forma magistral y, además, tiene gol (lleva ocho esta temporada).

El delantero centro Jackson Martínez ha sido el gran acierto del club en los últimos años, lo que sigue hablando genial de su secretaría técnica. Llegado del Jaguares mexicano esta temporada, este colombiano de 26 años se ha adaptado al cien por cien al fútbol europeo, marcando tres goles en Champions y 10 goles en 11 partidos en liga. Nueve rematador, su presencia en el área es siempre una amenaza. Además es móvil, lo que complica la tarea a los centrales.

A este once, el Oporto añade un banquillo sólido en el que tiene mucho protagonismo el delantero ganés Atsu (20 años) o el mediocentro belga Steven Defour, futbolista muy completo al que la falta de minutos le impide mostrar todo su potencial.

Los portugueses deben partir con el cartel de favoritos, pero el Málaga tiene muchas opciones de pasar ya que ha demostrado ante equipos como Zenit o Milán que su fútbol no tiene techo.

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