Una vez superado el primer cuarto del campeonato, las convocatorias y las alineaciones reflejan a la perfección las decisiones y actitudes de Manuel Pellegrini respecto a los veintiséis jugadores con los que cuenta (incluidos los jóvenes Recio, Portillo y Juanmi), ya que Hélder Rosário, Edinho y el lesionado Malagueño (este, no dado de alta) no entran en sus planes. Por primera vez el técnico del Málaga medita mover ficha en el mercado invernal y ceder a alguno de los tres futbolistas con ficha del Atlético Malagueño.

A finales del pasado mes de mayo, cuando se produjo el primer cónclave técnico, Pellegrini fue muy contundente al analizar el futuro de los más jóvenes en sus conversaciones con el vicepresidente y consejero delegado del club, Abdullah Ghubn; el consejero consultivo José Carlos Pérez y el director deportivo, Antonio Fernández. Desde el principio, y pese a que alguno de sus interlocutores no lo veía claro, el chileno impuso su tesis respecto a Recio, Portillo y Juanmi.

Pocos minutos

Pellegrini reiteró que prefería tener a los tres a sus órdenes, aunque disfrutaran de pocos minutos, antes de optar por una posible cesión. Esgrimió como argumento que iban a aprender más bajo su atenta mirada, en un entorno con futbolistas profesionales de máximo nivel, que en otro conjunto, presumiblemente de Segunda División y en el que tampoco se les garantizaría la titularidad. Por no hablar del riesgo de que compartieran vestuario en un grupo que tarde o temprano pudiera tener problemas de cobro o se viera afectado por otras situaciones adversas.

Pellegrini no ocultó la realidad: los jóvenes aún están en proceso de aprendizaje. Es decir, los tres partían teóricamente a la misma altura que el resto, aunque lógicamente al elevarse el nivel de la plantilla la opción de disputar minutos se reducía. Efectivamente, a la hora de la verdad no han tenido oportunidades. Recio y Portillo ni siquiera han entrado en una convocatoria -el segundo sí estuvo tres veces entre los citados inicialmente, aunque a la postre fue descartado- y Juanmi sí dispuso de una oportunidad, en el partido frente al Rayo, pero por las ausencias de Baptista y Rondón por problemas físicos. Después no llegó a intervenir en el encuentro.

Ahora Pellegrini analiza la situación y lógicamente medita un cambio en el planteamiento. Se corre el riesgo de que los más jóvenes permanezcan todo el año sin competir. En un lado de la balanza se encuentra la opción de que participen en los encuentros de Copa del Rey -aunque la eliminatoria de dieciseisavos de final, con el Getafe, promete ser exigente-, y en el otro, la necesidad de que los futbolistas no estén todos los fines de semana en la grada. Y más aún si se recuerda que por decisión del chileno ninguno de ellos juega con el Atlético Malagueño.

Receso

Según fuentes cercanas al técnico, la decisión aún no está tomada, ya que después del próximo receso por los compromisos de las selecciones nacionales (la semana próxima no habrá jornada de Liga) el programa de encuentros será muy intenso. Pero la reflexión de Pellegrini pasa a día de hoy por ese camino. De los tres implicados, el más perjudicado de momento es Recio, un futbolista importante la pasada temporada y que ha acusado que se incorporara del Mundial sub-20 por debajo del tono físico exigido por el cuerpo técnico. Por esa razón, se ha visto relegado al ostracismo y es el único componente de toda la plantilla que no ha ido citado una sola vez, ni siquiera en la preconvocatoria de 19 o 20 jugadores habitual en el entrenador.

En los casos de Portillo y Juanmi sucede igual. El primero, elogiado por Pellegrini en alguna comparecencia semanal ante la prensa, tiene por delante a demasiados competidores (Joaquín, Cazorla, Isco, Buonanotte, Sebastián Fernández e incluso Duda), mientras que el segundo tendría que aguardar demasiadas bajas de los teóricos titulares para volver a contar con una plaza en la convocatoria. De ahí que ahora el chileno se plantee variar su planteamiento inicial.


DIARIO SUR
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