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José Carlos Pérez, consejero consultivo del Málaga: «Ahora hay que convertir el sueño en realidad; aún no hemos hecho nada»
El dirigente, satisfecho por la plantilla cerrada: «Para mí era un sueño solo fichar a alguno de los jugadores que al final han venido»

3 de agosto de 2011

ANTONIO GÓNGORA agongora@diariosur.es | M�LAGA..-

El consejero José Carlos Pérez es el hombre de confianza de los propietarios del Málaga. Ha sido clave en la planificación de la plantilla y también está desarrollando los cambios en la organización interna de la entidad. Es la mano derecha del jeque y también del vicepresidente, Abdullah Ghubn, lo que le convierte en el máximo responsable cuando ellos no están. Su gran afición al fútbol le ha llevado a ser socio del club desde niño y a formar parte del equipo directivo en distintas etapas. Ahora la situación es muy diferente, aunque hace un llamamiento a la calma de todos, ya que todavía no ha llegado ningún éxito. Solo han confeccionado una gran plantilla.

-Ya pasó el mercado de fichajes. Llega la tranquilidad para algunos del club, empezando por usted.

-Damos la plantilla por cerrada totalmente. Pero no acabó la época de trabajo para nadie. Quizás sea ahora cuando empieza la labor más complicada para estar pendientes de todos los detalles y apoyar al equipo al máximo. La Liga comenzará ahora, no ha terminado. La confección de la plantilla ha finalizado, pero arranca lo más importante para todos, la competición.

-¿Qué balance hace del trabajo realizado en el mercado veraniego? Han sido nueve incorporaciones de máximo nivel que conforman un equipo que ya solo puede aspirar a la zona alta de la clasificación.

-Cuando terminó la Liga nos reunimos para ver los puestos que había que mejorar. En base a eso se dieron una serie de nombres y se colocaron por orden de prioridad, y se comenzó la búsqueda y el trabajo de planificación. Afortunadamente hemos conseguido el 90 por ciento de las primeras opciones. En este trabajo hemos mirado todo: la calidad técnica, la humana, su implicación y cualquier otro detalle que nos pudiera ayudar. El trabajo ha sido duro, pero hemos acabado cubriendo los objetivos. Queríamos que los jugadores estuvieran en la plantilla para el comienzo de la pretemporada y, salvo lo de Cazorla, ha sido así. Tenemos la satisfacción del deber cumplido.

-El fichaje más complicado quizás no fuera al final el de Cazorla, sino el de Toulalan.

-Seguramente sí, por aspectos muy concretos. El presidente del Lyon es muy difícil para negociar y fue muy complicado, aunque tampoco fue una operación larga. Pero, en realidad, fichajes fáciles no ha habido ninguno. Fueron difíciles los de Joaquín, Isco y también Cazorla. En este último caso comenzamos hace casi dos meses y la situación estaba casi imposible, con negativas rotundas por todos lados. Creían que estábamos locos. Insistimos y después de dos meses de trabajo se abrió algo la luz y la aprovechamos.

-¿Por qué se asocian sie mpre al Málaga todos los fichajes importantes, pese a que casi en todos los casos fuese falso el interés del club?

-Hay que entenderlo todo. El Málaga ha sido el equipo de moda en el mercado. Cada uno mira por sus propios intereses, como los presidentes, jugadores y representantes. En este mundo todo vale. A mí lo que más me extraña es que haya profesionales del periodismo que piquen en esos anzuelos. Muchas de las noticias que se han dado nunca se contrastaron. La más evidente fue la del otro día de Raúl, que estuvo en el hotel del equipo a saludar a sus excompañeros y se quedó allí. Y ya nos lo adjudicaron lastimosamente y llegaron a comentar que estábamos dispuestos a vender a Rondón para hacer la operación. Es demasiado fuerte.

-Llevaba muchos años en el club, pero sin tanta responsabilidad como ahora. El gran problema quizás sea el gran número de horas que le dedica a una labor completamente altruista.

-El Málaga es una pasión, me gusta. Yo siempre he estado dispuesto a ayudar en la parcela en la que se me han requerido. En otras épocas se me utilizaba para diferentes cosas, aunque no es la primera vez que hago lo mismo que ahora. Cuando estaba Eduardo Padilla ya me encargaba de las mismas gestiones que estoy haciendo. No es nuevo para mí. Me han pedido esa responsabilidad y la asumo con mucho gusto, porque nadie me obliga. Solo trato de profesionalizar el club cada día más para que sea una entidad seria. Eso es lo que puedo aportar, que tampoco es tanto. Porque aquí las únicas personas importantes son el jeque y Abdullah (Ghubn), los demás somos peones.

-Usted gestiona una gran empresa multinacional en España, lo que le permite hacer lo mismo en el Málaga con más facilidad. ¿Se parecen realmente una compañía privada normal a un club de fútbol?

-Pienso que el mundo del fútbol y el de la empresa son muy parecidos. En las negociaciones para la compra de un jugador o un inmueble no hay muchas diferencias; yo diría que ninguna. Se rigen por los mismo parámetros, sin duda.

-Sorprende un poco que las altas peticiones al Málaga por los traspasos como consecuencia del 'efecto jeque' han ido desapareciendo con el paso del mercado veraniego. Al final el dinero pagado ha sido más que razonable en todos los casos.

-Sí, es verdad. El impacto inicial fue muy grande. Al principio no solo se creían que el jeque no controlaba este mercado, sino que también pensaron que ocurría lo mismo con los que estábamos alrededor. No todo consiste en tener dinero, sino también en saber gastarlo. Los precios de mercado los conoce todo el mundo. Por mucho dinero que tengas, no se puede tirar. A mí me han encomendado cuidar del dinero del club, y eso es lo que he hecho. Pero tampoco tiene tanto mérito, solo hay que usar el sentido común, que es verdad que muchas veces es el menos común de los sentidos.

-Lleva muchos años en el mundo del fútbol y en el Málaga, como su inseparable Francisco Martín Aguilar. Como un seguidor más, ¿como valora el sueño que está viviendo la afición de Málaga?

-Es que soy un seguidor más. Soy socio desde que tenía ocho o nueve años y no me considero un dirigente. Para mí era un sueño solo pensar que hubiésemos fichado a alguno de los jugadores que han venido. Creía que cerrar este equipo era una utopía. Ahora lo que tenemos que hacer es no despertarnos de este sueño y trabajar duro para convertirlo una realidad. Sin prisa, pero sin pausa. Ya que se ha conseguido en seis meses en lo que se suele tardar cuatro años. No podemos bajar la guardia, todavía no hemos hecho nada. Esto empieza ahora.

-Parece como si los aficionados todavía no se creen lo que está ocurriendo. Aunque se han volcado al máximo con el club y el equipo.

-Normal. Es una magnífica afición, sufridora de siempre, salvo algunas temporadas esporádicas. Tenemos que disfrutarlo con tranquilidad y pensar que no hemos hecho nada y que los objetivos son los máximos.

Gran inversión

-El jeque ha invertido más que nadie en un periodo de crisis, ahora habrá que esperar los resultados. Porque el dinero no garantiza un puesto en la clasificación.

-Seguro que no. La prueba está en el Manchester City, que se ha gastado diez veces más que nosotros y ha estado en posiciones altas, pero en cinco años no ha conseguido nada. Y llegó a tener noventa jugadores en la plantilla. El Málaga nunca actuará así. Tenemos un equipo base para seguir trabajando muy duro para que los aficionados puedan disfrutar.

-El crecimiento del club deberá ser en todos sus departamentos, como aseguran los propietarios. ¿El paso siguiente pasa exclusivamente por disponer de una ciudad deportiva lo antes posible?

-Primero hay que concretar una reestructuración interna importante, que se está llevando a cabo, para sentar las bases de la estructura del club. Y en lo deportivo, habrá que hacer la ciudad deportiva y luego el nuevo estadio. Con las instalaciones que tenemos en la actualidad no podemos llegar mucho más lejos.

-La llegada del jeque no solo anima el fútbol, sino que también está reactivando la ciudad y la provincia con otras inversiones.

-También se está desarrollando otra inversión en Marbella. Serán 400 millones. Es una alegría económica para Málaga, y más en las circunstancias de crisis actuales.

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