UN PROYECTO POR IMPULSOS.

Por Daniel Marín

No soy yo quien va a robar los sacos de ilusión que trae consigo Manuel Pellegrini desde Santiago de Chile. A mí también se me suelta la sonrisa cuando lo pienso. Es más, aún no me lo creo. Sin embargo, me da que pensar el procedimiento del club con Jesualdo Ferreira. Abdullah Ghubn, que es el que manda sobre todas las cosas, le dio este verano carta y chequera en blanco para configurar la plantilla y le ha durado en las manos lo mismo que una pompa de jabón. JF cometió errores. Todos lo sabemos. Trabajó a la portuguesa y se topó con la realidad española. Fue tozudo y suicida de sus ideas. Pero merecía algo más de margen. Sin embargo, el callejón para Ghubn no tenía salida y cortó por lo sano. Ha pisado la bandera de su plan a los tres meses de izarla. Con su despido ha borrado (al menos para mí) la palabra proyecto de su diccionario y ha demostrado que le cuesta creer en algo o alguien. Todo lo que le estorba acaba en la cuneta.

El dinero ayuda. Y ellos, al parecer, disponen de mucho y están dispuestos a gastarlo. Me parece genial. Por fin alguien apuesta por el Málaga. Pero si gastas con la derecha, usa también la mano izquierda. Los experimentos, con gaseosa. Son ya demasiados cambios sobre la marcha y en el fútbol todos los números son primos. Una SAD no es una empresa al uso, la inversión económica no garantiza beneficios (ni deportivos ni económicos). Es evidente que se equivocaron fichando a Jesualdo para echarlo después en la novena jornada. Error extra. Espero que Pellegrini sepa reconducir a la plantilla elaborada por el anterior y que haga valer su experiencia en la Liga española. Su llegada es ambiciosa e ilusiona, pero enturbia un proyecto que da la sensación de que se mueve por impulsos.

Pd: Lanzo un olé por Rafa Gil, un entrenador de la casa que está cumpliendo en silencio durante este ínterin. Los jugadores están encantados con él y le auguran un gran futuro. ¡Mucha suerte!