Empiezo por reconocer que a mí personalmente me ha defraudado Pellegrini. El que algo o alguien te defraude depende, sin duda, de las expectativas que tú te hagas previamente. A mí el ingeniero me ha defraudado no porque estemos más o menos lejos de puesto de Europa, sino porque después de un año en nuestro club no ha dotado al equipo de personalidad y estilo propios. Yo he sido de los que ha pedido tiempo para el mister porque no es igual hacer un arroz a la cubana que una paella de mariscos y al chileno siempre le he reconocido su buen gusto por el futbol exquisito. Pero la verdad es que no esperaba que tardara tanto en poner en su punto el arroz. No sé si en un par de meses puede producirse el cambio o tardará más, no sé si es el único responsable (seguro que no), pero hasta los defensores a ultranza del mister deben reconocer que, a día de hoy, no se han cubierto estos objetivos. Lo que no quiere decir que sea un mal entrenador o que no sea el que el Málaga necesita. Ni siquiera quiere decir que no nos vaya a meter en Europa.

A mí no me obsesiona Europa (no sé porqué esa perrera y urgencia para después encontrarnos un miércoles por la noche siete mil personas en la Rosaleda viendo el Málaga-Vorskla Poltova). A mí me interesa crecer como club deportiva e institucionalmente. Y en esa coyuntura, cesar a Pellegrini ahora sería un lamentabilísimo error (Atletico de Madrid – style). Primero porque los medios nacionales nos iban a masacrar hablando del fracaso, de escándalo, del segundo proyecto del Jeque y llenando titulares malintencionados. Y no os digo nada de cómo la prensa local se iba a alegrar y envalentonar. Desalentando el espíritu de nuestro proyecto. Segundo porque generalizaríamos un modelo de entrenador – kleenex que poco o nada de beneficio ha aportado al fútbol. No me funciona este entrenado pues a la calle el jeque paga. Tio Gilito y nosotros sus sobrinos; el desembolso que puede suponer su destitución no es moco de pavo. Cuanto más le costemos al Jeque peor, o es que pensáis que nuestro propietario por ser rico no valora el dinero, es precisamente todo lo contrario. Por último porque no veo un entrenador de su nivel que ahora mismo pueda venir.

Dicho lo cual y termino mi perorata, debemos tener paciencia aguantar hasta final de temporada y hacer evaluación en verano. Esto no significa que no haya que exigir mucho más al cuerpo técnico y a Pellegrini en primera persona. Esto no significa que en verano, dependiendo de los resultados finales (el año pasado dio un cambio radical al final de la liga), se tomen decisiones sobre la continuidad, o no, del chileno, pero ahora sería, según mi opinión, un error lamentable. Saludos malaguistas.