Todos los aficionados malaguistas estamos viviendo un sueño… del que no queremos despertar nunca. El Málaga está recogiendo los frutos de un trabajo que comenzó hace años Fernando Sanz con su equipo. Ese esfuerzo y unos valores muy claros (Memoria, Compromiso y Fe) durante el duro trance del Proceso Concursal y el posterior ascenso sentaron las bases de lo que en estos momentos es un proyecto ambicioso que ha pasado de pelear por mantenerse en la Liga BBVA a codearse con los clubes más grandes de España.
Sigamos soñando

Ese fue siempre el objetivo de un club con medios modestos, pero con un grupo de gente comprometida en cuerpo y alma con el escudo, al que todos pusieron por encima de cualquiera de las individualidades. Hay que darle tiempo a este proyecto y tener presentes los valores que trajeron el club hasta aquí, para que el sueño continúe. Es cierto que cuanto más presupuesto tenga la entidad y mejores jugadores vengan tendrá más posibilidades de éxito, pero hay que tener paciencia y personalidad.

Manuel Pellegrini se ha distinguido siempre por su gusto por el buen trato del balón. El entrenador chileno siempre va a por los partidos y ha conseguido formar un bloque sólido con una mezcla de jugadores jóvenes como Rondón e Isco y otros consagrados como Santi Cazorla o Joaquín.

Me gusta ver la evolución de futbolistas como Seba Fernández o Rondón que ya estaban en el equipo la temporada pasada. También sorprende la temporada de Isco, no porque no conociéramos las cualidades de este futbolista de 19 años sino porque hasta este momento no había tenido la oportunidad de demostrar su calidad en la Liga BBVA.

En este aspecto me agrada mucho la apuesta de Manuel Pellegrini por la juventud. La continuidad de la que están gozando estos jóvenes jugadores hacen que crezcan en cada partido y que estén consolidando un Málaga de presente y ojalá de gran futuro.

http://www.ligabbva.com/news/2012/03/23 ... nando.html

Muy grande, yo creo que es de los jugadores que deberia tener algun puesto en el club, por sentimiento, como Arnau.