A pesar de que el Málaga se ha instalado en la zona donde se pretende acabar la temporada, el alto listón que ha puesto la segunda inversión del jeque levanta un sector crítico en torno al rendimiento
José L. Malo / Málaga

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El Málaga marcha sexto, en el umbral de lo que se espera después de la alta inversión, que ha regado de calidad la plantilla. Sin embargo, el aficionado blanquiazul ha sentido varias decepciones pasado un tercio de Liga. Es indiscutible el rendimiento porque, con mejor o peor fútbol, tiene al equipo en la lucha del objetivo deseado. Factores indeseados y algunos errores propios son los que han despertado un sector crítico que recuerda que, a pesar del reciente pasado de sufrimiento y humildad, el jeque Al-Thani ha hecho que el listón de exigencia esté más alto que nunca.

Sin duda alguna, lo menos esperado de todo era la lesión de Julio Baptista. Lo que empezó siendo un pequeño pisotón en la primera pretemporada, la de Campoamor, ha acabado llevando al brasileño al quirófano. El equipo ya se ha acostumbrado a vivir sin él, pero quién sabe lo que podría haber dado de sí este Málaga con él disponible.

Cuestiones más achacables al juego completan la lista de estigmas que no dejan de perseguir al equipo en este arranque de competición. Los fallos que se repiten en defensa cuando el rival juega balones aéreos o toca defender la estrategia, el inestable rendimiento de los mejores jugadores a excepción de Toulalan, el único capaz de mantener una línea regular de juego, o las críticas a Manuel Pellegrini por alguna de sus decisiones deportivas llenan la lista de cuestiones que no han terminado de agradar al aficionado.

Con todo y con eso, el conjunto blanquiazul ha sido capaz de completar el mejor tercio de inicio de toda la historia en puntos (no así en cuanto a clasificación) y sigue sembrando bastantes ilusiones de cara al retorno inminente a las competiciones europeas. Y aunque la Europa League puede ser una meta más accesible, nadie quiere perder de vista la Liga de Campeones a tenor de que, a excepción de Barcelona, Real Madrid y Valencia, los demás aspirantes no están mostrando una candidatura sólida para ello. Quedan 24 jornadas para soñar y seguir subsanando errores.

Pellegrini no engancha- Decisiones discutidas que no terminan de gustar al aficionado

Manuel Pellegrini llegó entre vítores a Málaga, aunque a día de hoy ya tiene un sector de detractores que le suele cuestionar por sistema. Muchas de sus decisiones se han puesto en entredicho esta temporada. Por un lado, la ausencia de convocatorias de jugadores de canteranos le está señalando desde el inicio. En 14 jornadas disputadas, sólo en tres listas de 18 acabó habiendo presencia de malagueños exceptuando a Jesús Gámez y Apoño, ya maduros en la élite, e Isco, que no pasó por los escalafones inferiores del club.

Lo que más se le ha achacado son las ausencias repetidas de Recio, habida cuenta de los numerosos problemas de efectivos en la línea de creación. El incidente con Apoño en el descanso del Sevilla-Málaga llevó al Ingeniero a improvisar a Duda en esa posición, algo que también le ha valido críticas. El medio centro malagueño es, de hecho, el único futbolista de la plantilla (salvo los descartados Malagueño, Helder y Edinho) que a estas alturas todavía no ha sido incluido en una convocatoria.

También le ha valido más de una crítica su criterio para elegir los cambios a lo largo de los encuentros. Ciertamente, no ha mostrado mucha variedad el chileno, que parece tener los relevos prefabricados. Habitualmente cambia a un jugador por otro de la misma posición y los suele realizar en minutos similares suceda lo que suceda en el partido de turno. Duda es casi siempre el más perjudicado de todos, ya que con mucha frecuencia a la hora de los partidos es sustituido.

A lo largo de la temporada el entrenador blanquiazul ha insistido en su mensaje de paciencia para que poco a poco se vaya armando el equipo. No de cara a clasificarlo para competición europea, sino para que se acostumbre a luchar por ello temporada tras temporada. Su mensaje de calma no le ha valido para mitigar la fuerte crítica en partidos en los que el equipo no sólo no ha dado la talla, sino que ha mostrado una actitud muy poco competitiva. Sucedió en el trío de encuentros consecutivos ante Levante, Real Madrid y Rayo Vallecano, así como en la visita a un Betis muy tocado. Por ahora, los resultados le siguen dando la razón al entrenador chileno.

Juego aéreo- El equipo lleva un tercio de los goles en contra a balón parado

Resulta difícil explicar cómo un equipo es tan certero a la hora de exprimir las jugadas de estrategia y al mismo tiempo es muy vulnerable cuando le toca defenderlas. Con seis tantos, el último en Anoeta, los hombres de Pellegrini son los que mejor provecho le sacan a la pizarra en la Liga española. Pero el arma se está disparando en contra en numerosos partidos también.

Juanlu (Levante), Cristiano Ronaldo (Real Madrid), Botelho (Rayo) y �lvaro (Espanyol) han dado buena cuenta de los problemas de la zaga para cerrar ese quebradero de cabeza. Han costado puntos y debates en torno a los componentes del eje central, Demichelis-Mathijsen. El argentino es quien se ha llevado más palos. De hecho, en Anoeta completó una racha decadente en las últimas semanas. Recibió un golpe duro con su selección, cuando un fallo decisivo costó un empate histórico ante Bolivia y le supuso ser portada negativa del país. En general suele alternar acciones de categoría con despistes selectivos, pero últimamente ha estado más descentrado que nunca: su fallo ante el Villarreal, que acabó en penalti a Marco Ruben no pitado, el autogol que casi le mete a Caballero en el Benito Villamarín, el que sí firmó en Anoeta, su posterior falta de intensidad en el 3-2 final... No vive sus mejores momentos.

Tampoco parece hacer buenas migas con Mathijsen, quien también se ha llevado su ración de críticas esta temporada por sus problemas para defender a jugadores veloces. El holandés suple sus carencias con buena colocación y trata de no complicarse con continuos despejes, pero en partidos como el del Sevilla, el Real Madrid o el Levante quedó señalado con faltas de atención. Lo peor de todo es que pasan los partidos y los avances no son muy palpables.

Pellegrini ya ha usado a sus cuatro laterales hasta el momento. Para ellos la crítica ha sido menos fiera, ya que en ataque han dado puntualmente buenas cosas interesantes.

Estrellas sin brillo- Los llamados a marcar diferencia no tienen continuidad salvo Toulalan

Las expectativas de la afición se dispararon sobremanera cuando se hizo oficial la llegada de Santi Cazorla. Con él se ponía una guinda de categoría a un proyecto que sin él ya apuntaba a cosas serias. Su arranque no pudo ser mejor: cuatro goles en la cuatro primeras jornadas. Tiró del carro y fue clave para sumar seis puntos de esos doce. Sin embargo, desde entonces su rendimiento entró en barrena. Con un repunte ante Racing de Santander y Villarreal, de nuevo volvió a los tonos grises ante la Real. No termina de encontrar el camino de la continuidad, aunque no es algo exclusivo del asturiano.

Seguramente, Van Nistelrooy es el fichaje que se encuentra más abajo del todo en cuanto a expectativa se refiere. En doce encuentros sólo ha marcado un gol, ante el Getafe, y únicamente ha completado los 90 minutos en tres de ellos. Actualmente ha quedado relegado a la suplencia ante la pujanza de Rondón, que le está ganando la carrera por la titularidad. Ni físicamente está a un nivel muy alto ni el juego del equipo, que prioriza el toque hasta el final y los ataques por el centro, le vienen bien para explotar su fuerte, el remate.

Joaquín, al igual que Cazorla, fue otro que empezó con un listón muy alto y fue poco a poco apagándose, aunque su rendimiento ha estado muy cerca del notable. La lesión muscular que le ha apartado de los últimos tres encuentros le ha frenado. Se espera su reaparición ante Osasuna, test que servirá para medir si vuelve con esa chispa que ha dado mucho aire al equipo en varios encuentros.

De todos los incorporados este verano, el único futbolista que ha sido capaz de mantener un tono constante ha sido Toulalan, que tiene al público de La Rosaleda entregado a él. Se ha convertido en indispensable, en la mejor bisagra del equipo. Isco está pidiendo paso en los últimos encuentros, pero en las primeras jornadas Pellegrini apenas le dio continuidad. Si sigue así, opositará seriamente a quitarle al francés el título honorífico de fichaje con mejor rendimiento de la campaña.

Lesión de Baptista- Sólo Isco en las últimas jornadas ha podido llenar el vacío de 'la Bestia'

Aunque también ha tenido su polémica médica, era inimaginable pensar que el equipo estuviera tanto tiempo sin poder contar con él por lo que a priori era una lesión leve. Hoy será intervenido de la fractura del sesamoideo externo de su pie derecho y tratará de poner el contador a cero para estar de nuevo a tope en dos meses. En febrero se espera que continúe la bella historia que se interrumpió en su mágica chilena contra el Getafe.

Sin él, el inicio de Liga fue complicado. Cazorla tiró del carro del gol en los primeros compases, aunque la llama le duró cuatro partidos. Pellegrini tenía un once muy claro en la cabeza y la imposibilidad de contar con él (sólo lo hizo en cuatro encuentros, ante Mallorca, Athletic, Zaragoza y Getafe) le trastocó todos los planes. Fue dando vueltas en su cabeza hasta encontrar la titularidad de Isco como remedio. Las últimas jornadas del malagueño, en las que ha aumentado considerablemente su nivel de confianza, han hecho olvidar las repetidas ausencias del brasileño. Pero hasta entonces, a pesar de las buenas rachas de resultados, el equipo ha tenido que convivir con el debate de la Baptistadependencia.

El Málaga continúa en puesto europeo, pero muchos se preguntan dónde estaría ahora mismo si la Bestia hubiera estado disponible en lo que se lleva de primera vuelta.

No sólo deportivamente se le ha echado de menos. Desde su excelente rendimiento cuando regresó de Brasil, donde se recuperó de su rotura de menisco, se erigió en el líder espiritual del equipo tanto en la cancha como en el vestuario. A la afición la tenía metida en el bolsillo desde el mismo día de su presentación, cuando unas 3.000 personas llenaron la grada de Tribuna. Le espera un recibimiento muy cálido cuando pueda volver a vestirse de blanquiazul.

Malaga hoy.