Con la cabeza fría...
10 Abr 2013, 10:24
No quise escribir anoche porque en frío se piensan mucho mejor las cosas.
Vergonzosa, lamentable, mafiosa, asquerosa, repugnante, terrible, desagradable, deplorable y lastimosa son, sólo, algunos de los calificativos que se me vienen a la cabeza para definir a la UEFA.
Lo de anoche fue un paso del éxtasis de ver al Málaga en semifinales, entre los 4 más grandes de Europa, a terminar desesperado con una impotencia indescriptible en palabras.
Es cierto que el gol de Eliseu esta en fuera de juego, pero el balón iba a gol, aún así fue fuera de Juego. Lo que es inexplicable es la permisibilidad de una piara de árbitros que campando a sus anchas por un campo de fútbol no ven una agresión clara en la cabeza a Jesús Gámez, como tras un repertorio impresionante de patadas buscando tobillos no se atrevió sacar una sola tarjeta al equipo alemán, permisibilidad en las jugadas por alto cuando los codos alemanes parecían misiles...
Pero lo peor estaba por llegar, tras el segundo gol del Málaga no hubo arbitraje. La piara se limitó a pastar, como casi todo el encuentro, y dejó una de las imágenes más crueles para los malaguistas que recordaremos durante el resto de nuestras vidas. un gol con dos fuera de juegos, en el primero cuatro alemanes adelantados, en el segundo dos alemanes.
Lo peor no es que no lo vieron, que si que lo vieron, lo peor es que no quisieron pitarlo porque el perjudicado era un equipito novato del Sur de España. Un equipo que los dos únicos partidos que ha perdido en esta asquerosa competición lo ha hecho por recibir goles en fuera de juegos (recuerden Oporto) y al que el bufón de Platini lo tiene como conejillo de indias con una sanción irreal, cuando quizá sea uno de los equipos más saneados económicamente de la actual Liga de Campeones y ahí están los datos del superávit del Málaga en el actual ejercicio.
El resumen es que tan sólo los árbitros de Platini, el bufón francés, han podido con este Málaga que este año nos ha hecho experimentar el sabor de la gloria cuando toda Europa piropeaba su juego, su afición y su entrenador. Cuando en la Rosaleda nos emocionamos al escuchar el himno de la Champions y viendo la ilusión en la cara de mis paisanos, que con alegría y confianza se unieron bajo el ya famoso grito del SI SE PUEDE para alentar a una plantilla que merece todos los elogios del mundo.
¿Por qué soy del Málaga? Sólo porque representa a mi tierra y porque partido a partido me demuestra que es el orgullo de la mayoría de mis paisanos, porque nos hace sufrir y porque lo que consigue lo disfrutamos el triple que el resto de aficiones, por su colores blanqui-azules por la túnica del Cautivo y por el azul de nuestro mar, porque en noches como las de ayer nos hace experimentar sensaciones indescriptibles.
Yo no volveré a ver ningún partido más de la podrida Liga de Campeones, paso de generarle audiencia a esa mafia.
Todo esto lo digo en frío, pero se me calienta el corazón cuando con orgullo grito AHORA MÁS QUE NUNCA TE QUIERO MÁLAGA.
Vergonzosa, lamentable, mafiosa, asquerosa, repugnante, terrible, desagradable, deplorable y lastimosa son, sólo, algunos de los calificativos que se me vienen a la cabeza para definir a la UEFA.
Lo de anoche fue un paso del éxtasis de ver al Málaga en semifinales, entre los 4 más grandes de Europa, a terminar desesperado con una impotencia indescriptible en palabras.
Es cierto que el gol de Eliseu esta en fuera de juego, pero el balón iba a gol, aún así fue fuera de Juego. Lo que es inexplicable es la permisibilidad de una piara de árbitros que campando a sus anchas por un campo de fútbol no ven una agresión clara en la cabeza a Jesús Gámez, como tras un repertorio impresionante de patadas buscando tobillos no se atrevió sacar una sola tarjeta al equipo alemán, permisibilidad en las jugadas por alto cuando los codos alemanes parecían misiles...
Pero lo peor estaba por llegar, tras el segundo gol del Málaga no hubo arbitraje. La piara se limitó a pastar, como casi todo el encuentro, y dejó una de las imágenes más crueles para los malaguistas que recordaremos durante el resto de nuestras vidas. un gol con dos fuera de juegos, en el primero cuatro alemanes adelantados, en el segundo dos alemanes.
Lo peor no es que no lo vieron, que si que lo vieron, lo peor es que no quisieron pitarlo porque el perjudicado era un equipito novato del Sur de España. Un equipo que los dos únicos partidos que ha perdido en esta asquerosa competición lo ha hecho por recibir goles en fuera de juegos (recuerden Oporto) y al que el bufón de Platini lo tiene como conejillo de indias con una sanción irreal, cuando quizá sea uno de los equipos más saneados económicamente de la actual Liga de Campeones y ahí están los datos del superávit del Málaga en el actual ejercicio.
El resumen es que tan sólo los árbitros de Platini, el bufón francés, han podido con este Málaga que este año nos ha hecho experimentar el sabor de la gloria cuando toda Europa piropeaba su juego, su afición y su entrenador. Cuando en la Rosaleda nos emocionamos al escuchar el himno de la Champions y viendo la ilusión en la cara de mis paisanos, que con alegría y confianza se unieron bajo el ya famoso grito del SI SE PUEDE para alentar a una plantilla que merece todos los elogios del mundo.
¿Por qué soy del Málaga? Sólo porque representa a mi tierra y porque partido a partido me demuestra que es el orgullo de la mayoría de mis paisanos, porque nos hace sufrir y porque lo que consigue lo disfrutamos el triple que el resto de aficiones, por su colores blanqui-azules por la túnica del Cautivo y por el azul de nuestro mar, porque en noches como las de ayer nos hace experimentar sensaciones indescriptibles.
Yo no volveré a ver ningún partido más de la podrida Liga de Campeones, paso de generarle audiencia a esa mafia.
Todo esto lo digo en frío, pero se me calienta el corazón cuando con orgullo grito AHORA MÁS QUE NUNCA TE QUIERO MÁLAGA.
Re: Con la cabeza fría...
10 Abr 2013, 12:09