La afición malaguista se ha acostumbrado al caviar, ya solo anima cuando es la Champions League si el equipo no responde en liga ya vemos lo que pasó en los dos últimos partidos.
Un grupo de animación parece más centrado en su cumpleaños que en su deber principal en La Rosaleda y el otro es menos numeroso y cantan bastante pero fondo no les sigue.
Temporadas atrás teníamos a la peña universitaria con sus panderetas o la peña málaga con su colorido de banderas, pero la animación se ha ido empeorando con el tiempo.
Animar es deber de cada malaguista pero los grupos de animación deben tirar del carro para que La Rosaleda sea el hervidero que propicie la victoria en cada partido.
Hagamos de La Rosaleda un infierno el sábado.