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12 Jun 2012, 21:40
Me gustaría desde aquí dejar un pequeño recuerdo para una de las personas más malaguistas, un abonado ejemplar y, sobre todo, la persona más luchadora y campeona que he conocido. No llegamos a tener mucho trato directo, siempre fue a través de María, una de mis mejores amigas, una persona a la que más quiero y más cuidaré. Aunque no te preocupes Rafa, está rodeada de unos campeones como tú, gente que en el día de hoy me ha demostrado lo que es el coraje, el saber estar, la entereza y el valor.
Tu hijo te ha dedicado unas de las líneas más emotivas que he podido escuchar en muchísimo tiempo, algo que nos ha llegado a todos los que estábamos allí. Has dejado un legado de gente trabajadora, honesta y luchadora, como tú. Ojalá la mitad de las personas que conozco lucharan como tú has hecho ya que para mí no has sido vencido por esa enfermedad ahora tan de moda. Las veces que he podido hablar con María sobre cómo iba todo, tu evolución, todo han sido palabras de gratitud y ni un solo domingo cada dos semanas se me ha olvidado pedir por ti, bueno, me corrijo, ninguno de esos domingos que no ibas, porque aun debilitado seguías yendo a la Rosaleda acompañado de tu hijo, Rafa también.
Lo mejor de todo es que incluso para mí has tenido palabras antes de irte, palabras que me han dejado marcado y que en mi vida se me olvidará cuando nos clasificamos para. “Estará llorando de alegría Jaime, ¿no María? Él va a ser un gran abonado”. Y, aunque sea de forma póstuma, yo te dejo estas líneas y este pequeño homenaje para que una pequeña/gran parte del malaguismo que aquí se reune sepa lo que has dado por este club desde tu abono de Gol Alto, por lo menos el único que conocí, porque si me llegan a decir que pusiste una piedra en los Baños del Carmen, si pusiste la primera de la actual Rosaleda yo me lo creería, y sé que no te habrían faltado ganas. Sin embargo ahora tendrás el sitio más privilegiado, el tercer anillo de la Rosaleda, donde vas a ver pasar a los mejores como te mereces.
El día en que yo me muera,
Te veré yo desde el cielo,
Y aunque nosotros no estemos,
Málaga será tu guía.
Si te vuelvo a animar,
Tal vez sea desde el cielo,
Pero nunca olvidaré,
Málaga, ¡cómo te quiero!
Hasta siempre, Rafa.