Será un partido difícil, sin dudarlo. Y no sólo porque sea Rubén quien defenderá la portería, sino porque eso conlleva una disminución importante de confianza de los compañeros hacia el portero, y hacia ellos mismos. Habrá nervios lógicos por las circunstancias en las que se va a acometer ese partido. Pero...
...Nosotros no podemos, ni debemos venirnos abajo. El domingo, La Rosaleda debe ser, más que nunca, esa olla a presión que viene siendo habitualmente, y tenemos que llevar a los nuestros en palmitas hacia la victoria. Nosotros les devolveremos la confianza, y contarán con nuestro apoyo, de principio a final. Hagamos que se sientan fuertes.
Yo estoy con RUBÉN. ¿ Y tú ?