Quizás ha pasado desapercibido para muchos, pero me gustaría llamar la atención otro año más sobre el césped del campo. Este año ha sido complicado, me interesé por el asunto de por qué este año el césped no estaba tan bien como el primer año y me dijeron que el punto de partida era peor a principios de la temporada, que las presentaciones habían dañado mucho el terreno de juego, que el año estaba siendo complicado en cuanto a la meteorología por la sequedad y que además este año los entrenamientos en La Rosaleda habían aumentado de frecuencia, lo que había dado como consecuencia que el césped, en los meses hasta diciembre estaba peor que otros años, pero me dijeron que estaba en tratamiento y que pronto se verían los resultados.
Pues bien, los resultados se han podido ver esta tarde, volvemos a tener un césped que es una alfombra, con un color magnífico y con un corte que podrían envidiar en cualquier campo de golf de la costa.
Chapó para el Sr. Benito y para su equipo de colaboradores. Me quito el sombrero, señores.