En un pequeño pueblo andaluz, por agosto, uno de esos días donde la calor te invita a tener como mejor compaña a un botijo, sí de esos días donde las gallinas reniegan de poner huevos por temor a que salgan cocidos, o aún peor, fritos. Pues un día como ese, llegó al pueblo un Telegrama con la etiqueta de Urgente. Su llegada pasó a ser noticia por lo inhabitual de semejante emergencia, ¿a cuento de qué tantas prisas?.
El destinatario un tal don Antonio, persona conocida y respetada por todos, de pudientes, de talante gentil y asequible para con su gente.
Manuel era el encargado de distribuir el poco correo que llegaba para sus convecinos. Al observar el telegrama le comentó a su mujer, ¡con la que está cayendo y no me queda otra que llevarlo, ¡manda bemoles!, tanta premura en un día como hoy, en fin que se le va hacer, habrá que llevarlo no sea cosa del mal remedio.
La casa de don Antonio le alcanzaba un poco lejos, obligandole a subir algunos pechos, y todo esto andando, con un sol de justicia, y sin una brizna de fresco con el que irse aliviando.
Al llegar a su destino divisó a lo lejos a don Antonio sentado en su jardín, recubierto de parras, lo que hacía mucho más amable el insofocable calor.
Viéndolo aproximarse, don Antonio preguntó en voz alta, ¿qué hace usted perdido por estos lares?, pues nada don Antonio, que vengo a entregarle un telegrama urgente.
¡Pero criatura de Dios!, anda y sientate aquí hombre, ¡con esta pedazo de calor!, María...llamando a su mujer, tráele aquí al Manuel una granizada bien fría, no se nos vaya por acabar de derretir. No, no don Antonio que lo que traigo es muy urgente y eso no se puede hacer esperar, tenga usted.... don Antonio mirandole de reojo y con sonrisa socarrona le comenta...tú siéntate aquí tranquilito, y disfruta del frescor de la granizada, y rebaja un poco el sofoco de la calor..., que la urgencia siempre viene de parte de quien escribe, pero de ningún modo por parte de quien la recibe.
Dejemos de oir los cantos de sirenas y de periodistas falderos ladrando, sentémonos juntos en el jardín a terminar de ver como van cayendo del árbol, el fruto que poco a poco va madurando. No caigamos en la trampa ni de prisas ni exigencias, producto de intenciones turbias, y enemigo del sentido común y la paciencia.
Sin prisas pero sin pausas, con orden y disciplina, cada cosa en su sitio y un sitio para cada cosa, y por cierto, los que llevan el museo que empiecen a plantearse las obras, que las copas irán llegando, y no hay lo que se diga mucho espacio de sobra.
Yo solo digo una cosa...pienso ser pionero, si Dios no lo remedia, de ver en la Rosaleda, en la vieja o en la nueva, hincar la rodilla al Madrid, al Barcelona, a los del Sevilla, pa que seguir... Me veo sentado junto a mis amigos viendo al Málaga jugando...¡¡Jugando Fútbol del Güeno!!, al Jeque, reboloteando por el aire el turbante, al Pellegrini, con sonrisa de oreja a oreja marcandose una por verdiales, y por supuesto ya puestos... ¡¡Saboreando un buen puro desde la grada, a la salud de todo esto!!.
Viva el Málaga y su gente, y dejarse ya de ¡Telegramas Urgentes!.
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picasso el 29 Nov 2011, 11:24, editado 1 vez en total