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28 Sep 2010, 01:21
El público, otra vez entregado
Los aficionados despidieron al Málaga entre aplausos tras el esfuerzo realizado por los jugadores en el segundo periodo
La afición está con su equipo. Nadie que acudiera ayer a La Rosaleda tiene dudas: el público se entregó una vez más a sus colores desde el primer instante, y hasta el final del encuentro. Pero lo más espectacular de la exhibición de los seguidores malaguistas en la jornada de ayer llegó al final, cuando el colegiado dio por concluido el choque. En ese instante comenzaron los aplausos, que fueron devueltos insistentemente por los futbolistas desde el centro del campo.
La comunión es absoluta. Los aficionados creen en el equipo y, concretamente ayer, reconocieron el esfuerzo de los jugadores durante el segundo periodo. Los malaguistas aguantaron el 2-3 hasta el final gracias a un trabajo extraordinario de los futbolistas en todas las líneas.
El acercamiento del público a su equipo, además, aumentó de una forma definitiva con la expulsión de Eliseu en los últimos minutos de la primera parte. Los aficionados tenían muy claro que la decisión del árbitro había sido injusta, lo que provocó una espectacular respuesta contra el propio colegiado y el jugador que escenificó la acción, Marchena, que se dejó caer al sentir la proximidad del portugués.
Cada vez que tocaba el balón el central del Villarreal el estruendo era ensordecedor. Aunque este afán crítico fue rebajándose con el paso de los minutos del segundo periodo y los aficionados veían la imposibilidad de tan siquiera empatar el partido. El malestar, pese a todo, duró hasta el final y el árbitro se retiró bajo los pitos de un público cargado de razón en este caso.
Este gran comportamiento de la afición malaguista con su equipo, además se produce después de nada menos que tres derrotas consecutivas en casa (todos los partidos). Los aficionados observan los excelentes encuentros de su equipo fuera y siguen esperando que alguno de ellos pueda repetirse alguna vez en el estadio de La Rosaleda.