Carta a los malaguistas
09 Jun 2011, 20:29
Por este escudo, muchas veces me he sentido seria y triste, cuando las nubes me cubrían, pero muchas veces he brillado cuando era el Sol el que me alumbraba. Muchas veces he sentido cómo una incontrolable euforia me hacía vivir los mejores momentos de mi vida, pero también son muchas las veces en las que me he visto al borde del precipicio.
Pese a todo, siempre he estado feliz de teneros a mi lado. Sois como mis hijos. Sois el fruto que llevo dentro. Si alguno de vosotros me falla, siento que me falta algo, que no puedo estar plenamente satisfecha. No estoy fabricada de cemento, ni de cristal, ni de hierro, ni de césped, ni de plástico. Estoy hecha de vuestros nombres y de vuestros apellidos, de cada uno de vosotros, de cada corazón que a mí acude para darme la vida, mi propia vida. Fui construida para ser amada por todos vosotros, amada, verdadera y eternamente amada.
Y hoy me siento pequeña a vuestro lado, al veros acudir masivamente a mí para dar colorido a mi corazón, para ocupar mi vida, para hacerme latir, una vez más. Hoy me siento enaltecida, gracias a todos vosotros. Y, aunque algunos me hayáis abandonado en mis peores momentos, en mis más dolorosas circunstancias, en las más desgarradoras de mis vivencias, os perdono, os doy la oportunidad de que volváis a mí, porque os quiero, a todos. Y porque los que han estado siempre ahí pueden aseguraros que es en la adversidad cuando más felices os hago. Quiero que vivamos unidos, que me llenéis, que me deis vida en esta andadura que ahora comienza. Nací un 13 de abril de 1941, pero prometo no morir nunca mientras alguno de vosotros sea capaz de luchar y de animar a los que corren por el césped con nuestro escudo en el pecho. Esta hazaña la comenzaron muchos de los que hoy no están con nosotros, pero no dejéis que muera, no me dejéis desamparada. Y aunque esta afortunada época no se vuelva a repetir en años, o en siglos, o aunque me trasladen de lugar, no me abandonéis. Yo soy toda vuestra. Tengo vuestra sangre, vuestras raíces, vuestro acento. Soy malagueña, por mis venas corre sangre blanquiazul, y mi corazón lo forma cada alma nacida en esta agraciada tierra.
Con vuestra ilusión y con mi presencia, no os olvidéis de que ahora somos una afición muy grande, al igual que lo éramos en 1992 o en 2006. Todos habéis nacido aquí, pero no todos han tenido la suerte de descubrir la felicidad que se siente al acudir a mí. Expandidla, propagadla, a todos cuantos conozcáis, pues sabéis que el simple hecho de ser MALAGUISTA, independientemente de las circunstancias de cada momento, lleva consigo el ser feliz, eternamente feliz.
Malaguistas, os quiero.
Toda vuestra, La Rosaleda.
Pese a todo, siempre he estado feliz de teneros a mi lado. Sois como mis hijos. Sois el fruto que llevo dentro. Si alguno de vosotros me falla, siento que me falta algo, que no puedo estar plenamente satisfecha. No estoy fabricada de cemento, ni de cristal, ni de hierro, ni de césped, ni de plástico. Estoy hecha de vuestros nombres y de vuestros apellidos, de cada uno de vosotros, de cada corazón que a mí acude para darme la vida, mi propia vida. Fui construida para ser amada por todos vosotros, amada, verdadera y eternamente amada.
Y hoy me siento pequeña a vuestro lado, al veros acudir masivamente a mí para dar colorido a mi corazón, para ocupar mi vida, para hacerme latir, una vez más. Hoy me siento enaltecida, gracias a todos vosotros. Y, aunque algunos me hayáis abandonado en mis peores momentos, en mis más dolorosas circunstancias, en las más desgarradoras de mis vivencias, os perdono, os doy la oportunidad de que volváis a mí, porque os quiero, a todos. Y porque los que han estado siempre ahí pueden aseguraros que es en la adversidad cuando más felices os hago. Quiero que vivamos unidos, que me llenéis, que me deis vida en esta andadura que ahora comienza. Nací un 13 de abril de 1941, pero prometo no morir nunca mientras alguno de vosotros sea capaz de luchar y de animar a los que corren por el césped con nuestro escudo en el pecho. Esta hazaña la comenzaron muchos de los que hoy no están con nosotros, pero no dejéis que muera, no me dejéis desamparada. Y aunque esta afortunada época no se vuelva a repetir en años, o en siglos, o aunque me trasladen de lugar, no me abandonéis. Yo soy toda vuestra. Tengo vuestra sangre, vuestras raíces, vuestro acento. Soy malagueña, por mis venas corre sangre blanquiazul, y mi corazón lo forma cada alma nacida en esta agraciada tierra.
Con vuestra ilusión y con mi presencia, no os olvidéis de que ahora somos una afición muy grande, al igual que lo éramos en 1992 o en 2006. Todos habéis nacido aquí, pero no todos han tenido la suerte de descubrir la felicidad que se siente al acudir a mí. Expandidla, propagadla, a todos cuantos conozcáis, pues sabéis que el simple hecho de ser MALAGUISTA, independientemente de las circunstancias de cada momento, lleva consigo el ser feliz, eternamente feliz.
Malaguistas, os quiero.
Toda vuestra, La Rosaleda.
Re: Carta a los malaguistas
09 Jun 2011, 20:31