Hoy es el día en el que el sueño de ganar en el Bernabéu debe hacerse realidad de una vez por todas.
Hoy, hoy es el día, el partido en el que no nos jugamos solo la salvación como el pasado 16 de mayo, sino que además nos jugamos acabar con el despotismo y la prepotencia de aquellos que están al mando del equipo rival.
Hoy es el día en el que debemos demostrar que quien intenta ridiculizar al Málaga no merece ser llamado galáctico ni señorial.
Hoy el es el día en el que los boquerones tienen que vencer a las estrellas.
Hoy no partimos como favoritos, pero mantenemos la ilusión y el optimismo como si fuésemos niños...
Porque ni las lesiones, ni Rubinos, ni la Federación, ni los periodistas que echan por tierra nuestra labor van a conseguir que nos rindamos.
Hoy es el día en el que deben cambiarse las tornas, en el que la humildad y el respeto se vuelvan más fuertes que los títulos. Hoy, hoy hay que dar la campanada.
Porque nuestro sentimiento es más fuerte que el suyo... Porque nunca lo hemos hecho y ya va siendo hora... Porque si ellos son 11, nosotros somos más de medio millón... Porque nos lo merecemos... Porque hoy es el día...
HOY, hoy es el día en el que hay que cambiar la historia.
Por vosotros, por nosotros... Por los que se desplazan a Madrid y por los que nos quedamos en tierra... Por los que viven lejos y por los que tenemos la oportunidad de verte en vivo cada semana... Por los niños, por los mayores, y por los que se han ido. Por todos... ¡ADELANTE, MÁLAGA!