Desatado, enfurecido, incontenible... Ni siquiera entre cinco personas -entre ellos, hasta el encargado de seguridad- pudieron meter en el vestuario a Apoño el pasado sábado al término del partido. Y, claro, pasó lo que pasó. Cuentan que el futbolista malagueño era el más afectado tras la actuación de Rubinos Pérez y la prueba es que estuvo muchos minutos en la caseta llorando de impotencia mientras sus compañeros trataban de animarlo
http://malagacf.diariosur.es/noticias/2 ... 10126.htmlLa verdad es que a pesar de todas las críticas que recibe, se dejó la piel en el campo al igual que todo el equipo, tiene que ser muy duro que te roben así y encima se rían de ti y de tus compañeros, creo que los insultos tantos suyos como de Weligton han de entenderse antes que otros que insultan sin ningún motivo, y es que aunque es un profesional y debe contenerse creo que con un partido de sanción bastaba. Espero que reaparezca pronto después de su sanción juegue como venía jugando estos últimos partidos y como el sabe.