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20 Abr 2018, 08:44
Hace un año ya que por estas fechas se llegó al día X, ese día en el que el jeque decidió no seguir invirtiendo en el Málaga. Despúes de un año nadie de la propiedad ha explicado con claridad y sinceridad a qué se debió ese giro de timón. Tan solo hemos escuchado verdades a medias o medias verdades, la "vieja" excusa del Fair Play financiero; sí, el mismo que rige la política del PSG, M. City, Monaco, etc.
Muchos dicen que tenemos mucho que agradecerle al jeque porque sin él nunca hubieramos volado tan alto, aunque se me vienen a la cabeza ciudades que saborearon la Champions sin pagar el precio que supone plegarse y hacer reverencias a un inversor extranjero: Celta, R.Sociedad, Villarreal, Betis, etc. El jeque llegó, y todo lo que tocó lo convirtió en oro, hasta el punto de ganarse la admiración de toda Málaga, que se frotaba los ojos al ver a Cazorla dar pataditas en el estadio de atletismo, o a Ruud Van Nistelrooy vestir de blanquiazul. No culpo a la afición de esa lealtad inmediata con la que obsequiarón a los propietarios, es más que lógico.
Hasta el día X en el que todos vimos que esto tenía truco. El día en que muchos descubrimos de qué pie cojeaba el jeque, y en que quedó patente que todo era un chantaje emocional, una forma de granjearse a los malagueños y sus instituciones para unos fines superiores. ¿cómo iba a ser si no? Pensamos muchos a posteriori. ¿como iba a venir un Señor Catarí a gastarse sus millones en un club como el Málaga? ¿acaso se le apareció Alá y le dijo "compra el Málaga"?
Pues está claro que el Málaga es un instrumento que maneja a su antojo, y se olvida de que está negociando con sentimientos. Y eso puede ser legal, porque el club es suyo (hablando desde un punto de vista estrictamente empresarial), pero está claro que no es ético. Lo que realmente critico es su conducta desde este punto de vista. No puedes comprar un club y utilizarlo de esa forma tan vil. Transcribiendo en palabras toda su estrategia sería algo así como "o me dais las facilidades necesarias para acometer mis proyectos empresariales en la Costa del Sol, o acabo con el SuperMálaga."
Aparte de este fondo tan oscuro, tampoco ha cuidado las formas; ha permanecido ausente del club durante la mayor parte de su "mandato", alimentándonos con desinformación, decepcionando a todos los profesionales que confiaron en un proyecto ambicioso y se embarcaron en esta historia (los Cazorla, Ruud, Monreal, Toulalan, amén de Pellegrini no merecían este cambio de rumbo), y ensuciando la imagen del club, porque no todo en la vida es ganar partidos.
Hay una parte de la afición que hace tiempo que no traga, y entre ellos me encuentro. El Málaga existió antes del jeque, y seguirá existiendo, estemos en la categoría que estemos. Ya venimos de lo más abajo y no se nos caerían los anillos por volver a ser pobres, pero honrados.
Subí este post en la fecha indicada (12/06/2013). Se me llamó "rata", me dijeron que "a la hoguera", y demás piropos elegantes, y se cerró el hilo pronto por "atentado contra la propiedad".
Me dirijo a esa corriente de malaguistas que no tuvo la lucidez necesaria para ver que el comportamiento de nuestro presidente estaba carente de todo compromiso, que su informalidad era muy mal síntoma, y que su gestión estaba caracterizada por la desinformación, por su ausencia física, por sus oscuras relaciones con diferentes gestores del club, y por mentiras y falsas promesas. A vosotros, que no os considero malos malaguistas, al contrario de lo que vosotros pensásis de todo aquel crítico con el club o jugadores, os digo que os faltó lucidez y os sobró terquedad.
Pues ya llegó el día. Estamos en segunda, que es lo peor que le podía pasar al club; no existe peor consecuencia a la mala gestión que descender. Ahora lo que temo es que nos lleve más abajo todavía, a segunda b, asunto que no es nada descartable, visto que no tiene intención de liberarnos, que el ambiente alrededor del club se torna cada día más negro, y que ha demostrado que entre sus prioridades nunca estuvo el sentimiento de una afición por su club.
FORZA MÁLAGA, SIEMPRE.