Opina sobre todo lo relacionado con el Malaga C.F y sigue sus noticias día a día.
15 Nov 2010, 14:32
He visto esta noticia en el desmarque. No sé si se habrá puesto en el foro
Por José Luis Malo
Aprendí a entender que la palabra gol no empieza por g, sino por un pase de Sandro. Y tuve la suerte de ser, junto con Daniel Marín, quien le pusiera tinta a todos los recuerdos que hicieron de él un malaguista ejemplar. Me he relacionado con él como socio, como entrevistador, como biógrafo y como lo que soy ahora, su amigo. Así que no pretendo dar lecciones de objetividad, quede claro. Tampoco juzgar si ha sido acertado o no que ahora lo pongan a trabajar en la cantera porque yo no soy su jefe, hay una empresa que toma las decisiones que cree mejores para su progreso.
Quiero hablar porque sé que él no lo hará, como cuando no respondió a todas las puyas subterráneas de Muñiz cuando el Málaga se iba a Segunda para no manchar el nombre del escudo. Sandro siempre ha sido un avestruz cuando le han atacado porque antepone el escudo a sí mismo de una manera que a muchos le sorprendería (algunos de los que responderán comentarios a esta opinión también se quedarían de piedra sabiendo que es muy probable que ellos cobraran más que lo que percibía Sandro hasta que llegó el jeque). Y quiero decir que no me gusta cómo le comunicaron su nuevo rol. Aplaudo a Ghubn, la pluma con la que el jeque extiende sus cheques, por reconvertir a José Carlos Pérez y Paco Martín Aguilar de parados a consejeros (consejeros de verdad, como los romanos); por ponerle a Andrés Perales el nombre a la puerta del conserje que tan fielmente custodió La Rosaleda; por darle a Pepe González Torres la insignia que siempre debió llevar en sus míticas charlas a los niños en el estadio ("El fútbol se inventó en Calasparra", "los mejores partidos eran los de los primeros chinos, mil chinos contra mil chinos"; qué gran enciclopedia para las incipientes generaciones blanquiazules); por querer proyectar la ilusión de miles de niños en una Ciudad Deportiva de categoría; por el homenaje viviente a muchos de los que ayudaron a llegar al partido 1.000 en Primera... Lo aplaudo. Pero no sé si sabe que Sandro erigió el levantamiento contra Mendoza por defender la familia que llevó al Málaga a Europa y Antonio Asensio hijo y su esbirro disolvieron; no sé si ha visto algún partido del canario, de la época en que se convirtió en nuestro Laudrup y hasta de su ocaso, que le valió para apagar la hoguera de Balaídos con Iván Rosado; no sé si sabe muchas de las cosas que debería saber sobre él. Alguien se las tendría que contar, o darle un ejemplar de "Mi último pase", ahora que empieza a dominar el español con soltura. Aunque tampoco quiero ser más papista que el Papa: algo bueno le habrán tenido que contar porque él, que huele a Ferreira, para el que trabajaba, y a Fernando Sanz, un gran amigo, no está hoy en la calle, sino reubicado.
Hay quien dice que es vago, que prefiere ir a ver el filial a un palco de Europa a hacer seguimientos in situ, que su rol con los jugadores debería haber sido de poli malo, no de poli bueno, que le falta ambición y maldad para trepar en el club... Que todo eso ha derivado en el relevo en las funciones. Y si eso le ha costado el puesto, insisto, no seré yo quien cuestione la decisión de una empresa que mira por su bien. Las urgencias del fútbol lapidaron a técnicos milagro (Muñiz y Tapia), malvendieron a los que estaban llamados a hacernos grandes o enriquecernos (Alexis, Nacho, Juanma, Juan Rodríguez) y jubilaron a futbolistas imperecederos para la afición (Salva, Iván Rosado, Gato Romero...), así seguirá siendo, pero a todos ellos se les estrechó la mano y se les sentó en una mesa para darles el finiquito. Con Sandro no se han portado tan bien. "Hacen faltan más bolígrafos para administración", "¿quién llama a Correos para que recojan este paquete?", "que alguien le diga a Sandro que ya no es director deportivo". No saben hasta qué punto hubiera sido tan fácil decírselo a la cara, ¡si hasta salió bromeando de los despachos el día que le anunciaron que le echaban de su Málaga! No habría reclamado la foto que nunca tuvo en la sala de prensa, ni habría pedido que retiraran el 23 de la camiseta, algo que nunca oí proponer a nadie (vale, puede que esto sea muy exagerado).
Siento que el artículo me haya quedado tan denso, pero esto no está escrito desde la reflexión. Y puede que como periodista esta opinión sea una torpeza, pero para mí Sandro está por encima del bien y del mal. Como jugador, como director deportivo, como ex trabajador del Málaga. Jamás se me olvidará que tres temporadas después de la salida del galletero del Málaga, cuando enfilábamos la cuesta abajo con Manolo Hierro, en un partido atascado que no recuerdo la grada empezó a gritar "Sandro, Sandro" por la añoranza de tener un futbolista parecido a él. Y ningunearle es tratar mal nuestra historia, la que hoy nos tiene en este punto, para alegrías o desdichas. Tan reprobable como anunciar por el videomarcador que Antonio Berdugo había fallecido por error o no guardar un minuto de silencio por la abuela de Fernando Sanz.
Sandro nació para ser un genio, por eso sus virtudes quedarán para el recuerdo y sus defectos le marcarán como estigmas. Yo lo tengo claro. Por eso esto no es un alegato por él, es una manera como otra de pedir respeto a la historia del Málaga
J.L. Malo
Fuente:El desmarque