Javier Santos | 10/10/2011
No debe causar demasiada sorpresa que el Sevilla encabece la lista de equipos con un diferencial mayor entre simpatías y antipatías. El club nervionense se ha visto rodeado en los últimos años de polémicas de todo tipo. Algunas sobrevenidas, otras buscadas. El resultado de la encuesta puede ser reflejo irremediable de episodios candentes protagonizados hace bien poco por jugadores como Javi Navarro o Pablo Alfaro, agarrados a la memoria de los aficionados españoles por jugadas de triste recuerdo más que por el excelente rendimiento que dieron ambos en Nervión. La célebre pareja de centrales coincidió además en el tiempo con Cristóbal Soria, delegado sevillista perseguido por una extraña casualidad que le colocaba siempre en mitad de muchas tanganas.
Ni siquiera la admiración que despertó el reciente Sevilla campeón y la pasional demostración de fidelidad de su afición han acabado totalmente con ese recelo con el que muchas hinchadas le siguen mirando. Precisamente ese salto de calidad experimentado en este siglo XXI ha despertado la rivalidad con 'enemigos' desconocidos u olvidados. El Sevilla ha logrado ser una incómoda china en el zapato de los dos grandes, ganándoles incluso finales para el recuerdo
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