16 Ene 2014, 13:11
El Ayuntamiento de Burgos paraliza la obra en Gamonal por la presión ciudadana
El ayuntamiento de Burgos anuncia la paralización de las obras del bulevar de Gamonal, que tienen un coste de 8,5 millones de euros.
“Con la que está cayendo, esto tenía que pasar, pero pensé que el estallido se daría en alguna ciudad grande, como Madrid o Barcelona. Nunca pensé que el comienzo sería Gamonal”, comenta F., un joven burgalés que prefiere no dar su nombre.
En Gamonal, un barrio obrero de 90.000 habitantes, la chispa que ha encendido la llama del descontento ha sido la imposición de un bulevar. Tras cinco días de lucha, el martes 14 de enero el alcalde Javier Lacalle anunciaba la paralización del proyecto, según ha informado Canal 54 Burgos a las 19h. Deja abierta la posibilidad de retomar la obra, aunque dependerá de las resoluciones que tomen grupos políticos, movimientos vecinales, y técnicos. Se trata de un paréntesis "para lograr el máximo consenso posible, ha asegurado el edil. Se trata de un proyecto que pretende transformar radicalmente la actividad de la calle Vitoria, arteria de Gamonal, que es eminentemente comercial y sirve de descarga del tráfico. “Ya hace dos años, los vecinos y vecinas de Gamonal expusimos nuestro rechazo al proyecto a través de unas urnas”, afirma Manolo Alonso, uno de los vecinos de la zona que ha estado presente en las movilizaciones desde el principio.
Según reconoció Ángel Ibáñez, portavoz del equipo de Gobierno municipal, fueron 3.000 personas las que votaron en contra de las obras. Sin embargo, el Ayuntamiento prefirió escuchar a otros colectivos que estaban a favor.
“No se pueden gastar 8,5 millones de euros en el bulevar, cuando se están cerrando guarderías, se reducen los presupuestos de los centros cívicos, se está recortando en servicios sociales y cuando hay calles que no tienen alumbrado público”, comenta otro de los vecinos. Aunque desde el Ayuntamiento afirman que el bulevar “mejora la calidad de vida de los vecinos”, los manifestantes denuncian que las obras eliminarían cien plazas de aparcamiento en el barrio más denso de Burgos y privatizaría el resto, ofreciendo las plazas en régimen de concesión a 40 años a 19.255 euros, un precio que los vecinos no puede pagar. También denuncian que, al reducir los dos carriles por sentido a uno, se creará un cuello de botella para el tráfico.
Lucio Merino, dueño de una carnicería familiar en la zona, no quiere el bulevar porque “los clientes no podrán aparcar y los accesos quedarán colapsados”. En su negocio tuvieron que reducir personal y, según dice, sobreviven a base de “echar horas”. Ve el proyecto como “una gran estafa a la ciudadanía”. “Éste es un barrio de gente cumplidora, el que no puede pagar no compra”, dice comparándolo con el Ayuntamiento, que ha dejado sembrada la ciudad de impagos a empresas y cuyas cuentas están al borde de la bancarrota.
El diseño del proyecto ha sido adjudicado a la empresa de Méndez Pozo, conocido empresario de la zona, por 240.000 euros. Méndez Pozo, dueño del grupo Promecal y, a través de él, de varias televisiones, radios y periódicos en Castilla y León, fue condenado en 1992 a siete años de prisión por falsedad documental relacionada con irregularidades urbanísticas en Burgos. Esto y la relación del empresario con el alcalde del municipio, Javier Lacalle, ha sido uno de los motivos por los que la gente ha salido a la calle.
Las protestas comenzaron el viernes 10 de enero, cuando un puñado de personas intentó parar las obras “haciendo cadeneta humana”, según cuenta uno de los jóvenes que participaron. “Vinieron cinco antidisturbios, nos dieron el turrón y las máquinas entraron”, explica. El lunes y el martes unas 200 personas paralizaban las obras y los obreros han dicho que no irán a trabajar, pues temen por su integridad física.
Con 46 personas detenidas al cierre de esta edición, F. se queja de que los medios no hablen del “apoyo incondicional” que el barrio demuestra a los detenidos, acudiendo todos los días a la comisaría a exigir su libertad. Mientras los chavales tiran piedras, los vecinos y vecinas increpan a los antidisturbios a pie de calle y desde las ventanas. Si los chavales empiezan a correr, se les abren las puertas de los portales y casas. El desconcierto de los UIP termina en palizas en calles oscuras y detenciones arbitrarias. Algunas madres se están planteando denunciar a la policía “por cómo llegaron sus hijos a casa el viernes”.
Desde 2005 en contra del bulevar
Agosto de 2005. Primera victoria
Tras 15 manifestaciones y 19 peticiones al entonces alcalde de Burgos, Juan Carlos Aparicio, y 10.500 firmas, los vecinos de Gamonal consiguieron parar el primer intento para construir un aparcamiento en el barrio burgalense. Era el año 2005, y tras una gran movilización en la que se contaron nueve detenidos, se consiguió que el alcalde se sentara a escuchar a los vecinos.
Verano de 2011. El proyecto vuelve
El Grupo Promecal, del empresario Antonio Miguel Méndez Pozo, a través de su filial MBG, presenta un estudio de mejora del barrio Copiscol de Burgos. Dos meses después, el Ayuntamiento presenta un estudio idéntico pero para el barrio Gamonal, que es aprobado por el Gobierno con el apoyo de algunas asociaciones de vecinos. El nuevo proyecto contemplaba cambios en el tráfico de la zona y un parking.
2014. Los vecinos se movilizan
El viernes 10 de enero, un grupo de personas intentó parar las obras haciendo una cadena humana. Fueron golpeadas y dispersadas por los antidisturbios y las obras continuaron. Pero el día siguiente ya eran 200 las personas que salieron a la calle para impedir que las obras continuaran. Al cierre de esta edición, las obras del bulevar en el barrio Gamonal seguían paralizadas.
16 Ene 2014, 13:15