De mis impuestos al Papa, cero
El Estado se va a gastar unos 100 millones con Ratzinger. Ayuntamiento y Diputación pagan el viaje de dos cofradíasJAVIER GARCÍA RECIO El señor Ratzinger, jefe de la Iglesia Católica, estará en Madrid el próximo 18 de agosto en visita privada. Va a presidir las Jornadas Mundiales de la Juventud Católica. Hasta ahí, nada que objetar. Pero el caso es que el jefe de los católicos viaja a Madrid, también a Barcelona y Santiago, con todos los gastos pagados por el erario público. Gratis total que diría el ex ministro Solchaga.
En Madrid, todas las administraciones públicas están poniendo a disposición de la Iglesia Católica polideportivos, colegios e institutos, para acoger a los jóvenes seguidores. Se gastarán unos 100 millones de euros de dinero público, de dinero de todos, en la celebración de este evento. Con la que está cayendo, el mismo Estado que recorta dinero para los servicios esenciales de sanidad o educación, no tiene ningún reparo en ponerse de rodillas ante una confesión religiosa, sea la que sea. No es posible que el Estado gaste este dinero en subvencionar a una religión, mientras se recorta el dinero de los trabajadores públicos o de los jubilados y pensionistas.
En Málaga, las administraciones no han sido menos. Diputación y Ayuntamiento han decidido subvencionar con 20.000 y 40.000 euros, respectivamente el viaje de dos cofradías de la capital hasta Madrid para estar presente en las jornadas.
En España, más de 70 organizaciones han suscrito un manifiesto en contra de sufragar el viaje de Ratzinger con dinero público titulado De mis impuestos al Papa, cero, promovido por la organización Europa Laica. En el mismo se lee: «Resulta escandaloso que el Gobierno contribuya con 25 millones de euros –es decir, con dinero de los impuestos de todos– a la visita del Papa y a la celebración de un acto confesional, a la vez que concede exenciones fiscales a las grandes empresas que han comprometido otros 25 millones», y muestran su rechazo «a la confusión y connivencia de las instituciones públicas con una actividad de eminente carácter privado y confesional».
La postura es clara, no es que exista gente que estemos en contra de la visita del jefe de la jerarquía católica, lo que no nos gusta es que se financie con el dinero de todos, que el Estado otorgue privilegios a una institución religiosa. Desde el punto de vista del laicismo y la democracia no es admisible esta injerencia y esta desviación de los recursos públicos.http://www.laopiniondemalaga.es/opinion/2011/07/27/impuestos-papa-cero/439533.htmldefinitivamente, nos toman el pelo