Gentrificaci贸n (del ingl茅s, gentrification) es un proceso de transformaci贸n urbana en el que la poblaci贸n original de un sector o barrio deteriorado y con pauperismo es progresivamente desplazada por otra de un mayor nivel adquisitivo a la vez que se renueva.

Etimolog铆a del t茅rmino

El t茅rmino es un neologismo que procede del ingl茅s gentrification. Deriva de gentry, una clase social hist贸rica inglesa (de imposible traducci贸n, dada su composici贸n mixta entre la baja y media nobleza -lo que en Espa帽a ser铆a un hidalgo- y los propietarios de tierra plebeyos -lo que en Espa帽a ser铆a un labrador rico-). Para utilizar una palabra castellana, se han propuesto "aburguesamiento", "elitizaci贸n" o "aristocratizaci贸n",1 todos los cuales tienen referentes distintos y otro uso asentado en castellano.
V茅anse tambi茅n: burgues铆a, 脡lite y Aristocracia.

Origen del fen贸meno

La gentrificaci贸n comienza cuando un grupo de personas de un cierto nivel econ贸mico descubren un barrio que, a pesar de estar degradado y descapitalizado, ofrece una buena relaci贸n entre la calidad y el precio y deciden instalarse en 茅l. Estos barrios suelen estar situados cerca del centro de la ciudad o contar con determinadas ventajas, como el estar situados cerca de polos de empleo, etc.

Proceso netamente urbano
Es un fen贸meno netamente urbano y situado en la etapa hist贸rica del posfordismo,2 a pesar de que puedan existir procesos semejantes en otros 谩mbitos espaciales y temporales. De esta forma el proceso guarda similitudes con las nuevas tendencias de determinadas zonas rurales del mundo occidental, donde a medida que desaparece la actividad agr铆cola se van convirtiendo en sede de actividades tur铆sticas y segundas residencias. Tampoco conviene confundir el t茅rmino con los procesos de renovaci贸n urbana que se dieron en los centros de las urbes modernas con el objetivo de sanear la ciudad o incluso crear ensanches para la burgues铆a urbana, ya que esto se produce en un contexto hist贸rico y econ贸mico diferente, con mayor protagonismo de la administraci贸n p煤blica, con un sector inmobiliario privado menos desarrollado, y, sobre todo, por ser procesos que contribuyen a crear la configuraci贸n de la ciudad capitalista industrial moderna, mientras que el proceso de gentrificaci贸n la desmantela

Desplazamiento de las clases populares
El efecto m谩s notorio de la gentrificaci贸n es el desplazamiento de las clases populares. Este desplazamiento puede tener lugar bajo distintas formas pero se produce principalmente con base en la situaci贸n de la vivienda. Las clases populares pueden reducir su n煤mero en la zona por el envejecimiento de la poblaci贸n, con base en desalojos por las condiciones ruinosas de un edificio o por expiraci贸n de un contrato de alquiler y ausencia de una oferta de alquileres en la zona para este grupo social. En los casos en los que los desplazamientos se producen de forma voluntaria, estos lo son generalmente debido a un efecto de rechazo por la situaci贸n de degradaci贸n del caser铆o, por el pago de incentivos a cambio de su abandono a inquilinos con contratos blindados, o por la compra-venta de la propiedad. Una vez realizado este desplazamiento se revaloriza el preciado suelo, com煤nmente residencial, a trav茅s de la rehabilitaci贸n del edificio, recalificado habitualmente como residencias de alto nivel, o la construcci贸n de viviendas de nueva planta. A la expulsi贸n progresiva de la poblaci贸n por los m茅todos mencionados se le une la incapacidad por parte de los desalojados o de j贸venes emancipados, originarios del barrio, de pagar una vivienda en 茅ste, como consecuencia de la revalorizaci贸n y el aumento del precio de la mercanc铆a vivienda. Adem谩s del desplazamiento y la revalorizaci贸n del suelo se perciben otros cambios comunes a este tipo de procesos, como la reducci贸n de las tasas de ocupaci贸n de la vivienda (el n煤mero de habitantes por vivienda) y la densidad de poblaci贸n del barrio o 谩rea afectada. Asimismo, si en el barrio predominaba el alquiler, se dar谩 una progresiva transformaci贸n de la modalidad de ocupaci贸n en alquiler por la de ocupaci贸n en propiedad.

El debate te贸rico y la 茅tica en torno a la gentrificaci贸n

La primera referencia a procesos de sustituci贸n social en barrios obreros la encontramos en la Inglaterra industrial del siglo XIX (Engels 1865), sin embargo el proceso que actualmente nos ocupa es propio del capitalismo de la segunda mitad del siglo XX. Aunque la primera referencia del t茅rmino se atribuye a R. Glass en 1964, a prop贸sito de un estudio sobre Londres, es M. Pacione (1990) quien define el concepto tal como lo entendemos hoy d铆a. Pacione delimita la gentrificaci贸n a procesos en los que existe un desplazamiento de un grupo de habitantes por la introducci贸n de otro, siendo la poblaci贸n original de clase baja en el momento de la revalorizaci贸n. Establece tres fases para el proceso: una fase de abandono por las clases medias-altas, una fase de repoblaci贸n por parte de clases bajas y una fase de revitalizaci贸n econ贸mica. Hacemos constar que aunque esta secuenciaci贸n se ajusta a gran parte de los casos, la primera fase podr铆a se totalmente prescindible, ya que se refiere a un estado precapitalista del sector que no tiene por que darse necesariamente. Existen barrios gentrificados que nacen originalmente como barrios obreros en la etapa capitalista de la ciudad y que anteriormente correspond铆an a vac铆os demogr谩ficos.
El ge贸grafo David Ley, profesor de geograf铆a en la universidad de la Columbia Brit谩nica (Canad谩), present贸 en 1978 el documento "Inner city resurgence units societal context" donde establece una teor铆a basada en la demanda. De esta forma la Gentrificaci贸n ser铆a consecuencia de la reestructuraci贸n econ贸mica, socio-cultural y demogr谩fica del espacio urbano. Los cambios en la estructura econ贸mica del capitalismo dan lugar a un nuevo grupo social auspiciado por el aumento de la importancia del sector servicios y de los trabajadores t茅cnicos y o de cuello blanco con un mayor poder adquisitivo que la cl谩sica clase obrera. 脡ste ser铆a el sujeto, que podr铆a materializarse en una nueva clase social, que puja por los espacios residenciales c茅ntricos. La tendencia dentro de la investigaci贸n que establece Ley, basada principalmente en el consumo, tiene su principal debilidad en la poca importancia que se le da al papel de la oferta y de los promotores. La oferta ser铆a en este caso una consecuencia directa de una demanda preexistente.
Como respuesta a las propuestas de Ley surge otro enfoque conceptual propuesto por el tambi茅n ge贸grafo Neil Smith, profesor y catedr谩tico de geograf铆a en la Rutgers University de New Brunswick (New Jersey).Smith centra su atenci贸n en la producci贸n del espacio gentrificable, despreciando el consumo como motor del proceso. Este autor defiende que el establecimiento de una teor铆a sobre la gentrificaci贸n debe incluir el estudio de la demanda y de la oferta, pero otorga prioridad a la oferta en su explicaci贸n, de modo que los factores econ贸micos estructurales son los preponderantes. Los agentes que ejercen como motor de la gentrificaci贸n son aquellos con capacidad de influir en el mercado in mobiliario, instituciones de cr茅dito, grandes promotores, etc. El punto central de la teor铆a de Smith reside en el 芦rent-gap禄 o 芦diferencia potencial del beneficio禄 obtenible mediante un uso m谩s lucrativo del suelo. Este enfoque se inscribe dentro de la llamada teor铆a del ciclo de vida de los barrios, seg煤n la cual 茅stos experimentan las fases de crecimiento, declive y revitalizaci贸n o renovaci贸n potenciales.

Algunos estudiosos han venido a calificar el proceso de gentrificaci贸n como un fen贸meno diverso y ca贸tico, dif铆cil de acotar6 y que puede tomar y ha tomado muchas formas. El barrio obrero puede transformarse en un barrio de clase alta, pero tambi茅n en un barrio de clase media asociado a colectivos de gran significaci贸n cultural, con predominio de elementos de expresi贸n art铆stica, locales comerciales donde prima el dise帽o y ambiente bohemio. El barrio hist贸rico degradado puede transformarse en un barrio hist贸rico centrada su rehabilitaci贸n en su uso como reclamo tur铆stico e incentivador, adem谩s de del sector inmobiliario, de la hosteler铆a y el comercio asociado al turismo. Por otro lado tenemos el caso de la vieja zona industrial obrera que ha quedado anclada en el centro de la ciudad, con actividades productivas marginales y numerosos locales en estado de abandono que pasa a convertirse en zona residencial de clase alta.
Estos tipos de gentrificaci贸n pueden aparecer de hecho combinados, sin embargo el autor de este texto cree que la separaci贸n no es real. En todos los casos a los que nos referimos como fen贸meno de gentrificaci贸n, aunque haya presencia de antiguas industrias o un notable valor hist贸rico del conjunto, el factor fundamental y com煤n del proceso es la existencia de una poblaci贸n humilde desplazada por otra con un mayor nivel de renta, es decir, una invasi贸n del espacio por parte de clases medias-altas y la sustituci贸n de la poblaci贸n y en gran medida del caser铆o original, as铆 como una revalorizaci贸n de un suelo desvalorizado con anterioridad.
El car谩cter hist贸rico y la presencia de industria est谩n indisolublemente asociados a los barrios obreros industriales desarrollados en las ciudades modernas entre el XIX y principios del XX, en el caso de Sevilla a partir de las dos 煤ltimas d茅cadas del siglo XIX. Barrios obreros que en un momento dado dejan de cumplir su funci贸n y van siendo abandonados y degradados. La gentrificaci贸n en estos casos supone el paso de la ciudad como soporte de la actividad productiva, a la ciudad como producci贸n, como mercanc铆a. Esta ciudad-mercanc铆a responde en gran medida a la explotaci贸n tur铆stica, mediante el uso de la arquitectura, el patrimonio hist贸rico, el dise帽o, el arte, etc. Es la econom铆a urbana en auge, post-moderna y centrada en el sector financiero y de servicios, que encuentra como protagonista a una clase media con elevado nivel cultural y suficiente nivel de ingresos.
Se trata por tanto de una sustituci贸n de poblaci贸n y de actividad, de una poblaci贸n y actividad productiva en franco retroceso por otra en auge. El factor que les hace competir por el espacio es la situaci贸n de la poblaci贸n y la actividad en retroceso en un espacio c茅ntrico de inter茅s, de donde se pueden extraer grandes plusval铆as a trav茅s de su puesta en valor.
Es por tanto una din谩mica del capitalismo que entra perfectamente en la l贸gica del libre mercado. No aceptamos la separaci贸n entre diferentes procesos de gentrificaci贸n, la gentrificaci贸n es un fen贸meno complejo y que puede revestir diferentes formas, pero es delimitable y 煤nico en la medida en que es producido por din谩micas estructurales del capitalismo post-fordista y juega un papel fundamental en la reestructuraci贸n del espacio urbano consecuencia de la reestructuraci贸n productiva y social del capitalismo actual.

Etapas de la gentrificaci贸n

Concebimos el proceso de gentrificaci贸n en base a tres fases dentro del ciclo de vida de un sector urbano. Este ciclo de vida es el que han llevado los barrios industriales tradicionales de ciudades occidentales que se encuentran en desarrollo y expansi贸n en el periodo posfordista. Algunos investigadores como M. Pacione o P.A. Redfern sit煤an como primera etapa dentro del ciclo vital del barrio gentrificado una etapa de car谩cter preindustrial, en la que al no existir una segregaci贸n social del espacio el sector en cuesti贸n estar铆a habitado tanto por clases altas, como por clases bajas precapitalistas (artesanos, servidumbre, etc.). Si bien esto se ajusta a la realidad de muchos casos, hemos considerado esta etapa como despreciable a la hora de establecer una teor铆a sobre la gentrificaci贸n, dado que un sector urbano gentrificable no ha tenido por que existir en la etapa preindustrial de la ciudad. Muchas de las villas obreras de cualquier ciudad industrial nacen como consecuencia de la industrializaci贸n que provoca el crecimiento de la ciudad y la aparici贸n de la clase obrera, por lo tanto en ning煤n momento han sido pobladas por clases altas, otras son arrabales extramuros donde nunca se han establecido burgues铆a o nobleza.
Los autores citados se refieren a enclaves obreros, preferentemente los situados en las ciudades intramuros, que han sido habitados por clases altas en convivencia con otras clases incluso durante la consolidaci贸n de la zona como enclave obrero. El abandono del sector por parte de estas clases altas para desplazarse a los ensanches de la ciudad o a nuevos desarrollos de la misma m谩s modernos, ha sido a menudo se帽alado como el inicio de la fase de abandono y desvalorizaci贸n del barrio gentrificado. Esto puede ser cierto en algunos casos y cuestionable en otros, ya que consideramos que el abandono es producto del desplazamiento del capital inmobiliario hacia sectores nuevos de la ciudad, y no la consecuencia de las decisiones individuales de los burgueses. Esta hip贸tesis vendr铆a apoyada por el hecho anteriormente descrito de que no todos los sectores gentrificables hayan tenido que acoger a las clases altas con car谩cter previo a su configuraci贸n obrera. En estos casos la salida de las clases altas del sector no ser铆a sino la salida de los capitales inmobiliarios de los burgueses propietarios de edificios, sin que estos tengan que vivir necesariamente en la zona en cuesti贸n.
Nacimiento
La primera fase del ciclo vital que conduce un sector urbano a la gentrificaci贸n es su configuraci贸n como enclave obrero en la ciudad capitalista moderna. Los primeros enclaves industriales nacen com煤nmente en la ciudad intramuros, dentro de la vieja ciudad precapitalista, dando lugar a su transformaci贸n y reestructuraci贸n, que dar谩 lugar a su vez a la primera segregaci贸n social del espacio urbano. La industrializaci贸n crea una nueva configuraci贸n del centro urbano o de parte del mismo por la presencia de la masa obrera y de las actividades productivas, al mismo tiempo crea nuevos enclaves industriales que pueden surgir sobre arrabales antiguos de la ciudad o sobre vac铆os demogr谩ficos y pone en valor nuevas zonas suburbanas hacia donde se desplazan las clases altas.
La industrializaci贸n supone la atracci贸n de grandes bolsas de inmigraci贸n provenientes de zonas rurales. De forma l贸gica los nuevos pobladores que vienen a trabajar en las industrias, situadas en el centro de la ciudad y en las zonas portuarias, se establecen en torno a 茅stas buscando la proximidad con el lugar de trabajo.
La industrializaci贸n tiene consecuencias tambi茅n para las clases propietarias, dado que cambia el medio urbano en el que est谩n habituadas a vivir. Por una parte la industrializaci贸n de las ciudades deteriora el medio ambiente, las masifica, crea problemas de insalubridad, etc.鈥� adem谩s la multiplicaci贸n de la clase obrera en estas zonas crea un efecto rechazo para burgueses y nobles. Por otro lado la revoluci贸n de los transportes (trenes, tranv铆as,鈥�) permite en las ciudades modernas la expansi贸n de la poblaci贸n privilegiada hacia la periferia, hacia la zona suburbana. La zona suburbana supone para la burgues铆a grandes espacios y tranquilidad, frente a la masificaci贸n y la insalubridad del centro moderno. Esto establece un modelo de divisi贸n social espacial con la clase trabajadora en torno al centro de la ciudad y las clases altas en la zona suburbana. Por otro lado, en las ciudades modernas, comienzan a desarrollares fuertes fen贸menos especulativos conforme la presi贸n de la inmigraci贸n obrera y la demanda de alojamientos crece, la especulaci贸n y producci贸n de la mercanc铆a vivienda en las ciudades se convierte en un importante factor de acumulaci贸n del capital.
El barrio obrero da lugar a un urbanismo y a una serie de relaciones sociales propias. Tipolog铆as de vivienda, talleres, comercios y costumbres diferenciadas de los barrios burgueses. Algunas de sus caracter铆sticas m谩s importantes para el tema que nos ocupa es precisamente el tipo de vivienda, predominando en las ciudades andaluzas las viviendas colectivas en r茅gimen de alquiler.

Abandono

La segunda fase es la descapitalizaci贸n y abandono del sector. Siguiendo a Smith , para la aparici贸n de la 芦diferencia potencial de renta禄 que va a permitir las grandes plusval铆as que produce la gentrificaci贸n y que son el principal motor del proceso, es necesario que exista una etapa de descapitalizaci贸n y desvalorizaci贸n de la zona que permita grandes diferencias entre el valor del suelo del sector degradado y el valor potencial que por su ubicaci贸n podr铆a tener.
Si el sector no sufriese una desvalorizaci贸n y la puesta en valor del mismo se produjera de forma gradual, dentro de un contexto hist贸rico diferente, la sustituci贸n de la poblaci贸n no se producir铆a en tan alto grado ni en per铆odos tan reducidos.
Esta desvalorizaci贸n puede encontrar diferentes explicaciones. La principal de ellas es la descapitalizaci贸n de la zona, tanto del mercado inmobiliario como de la producci贸n industrial si la hubiese. A lo largo de un per铆odo que puede variar seg煤n el caso, el capital inmobiliario se desplaza desde el centro de la ciudad hacia los ensanches primero, hacia nuevos desarrollos de la ciudad y hacia la urbanizaci贸n de car谩cter suburbano posteriormente. Los tiempos y los tipos de ciudad producidas por el desplazamiento de este capital inmobiliario pueden variar seg煤n la ciudad, pero tienen en com煤n la perdida de inter茅s de los viejos barrios industriales y el redireccionamiento de la inversi贸n hacia el crecimiento de la ciudad.
A menudo se ha relacionado directamente la capitalizaci贸n para la urbanizaci贸n suburbana, con la descapitalizaci贸n de los viejos centros industriales. Esto podr铆a ser m谩s adecuado a la realidad en el mundo anglosaj贸n. En las ciudades espa帽olas se habr铆a dirigido primero la inversi贸n a ensanches de diferente car谩cter, hacia el crecimiento mediante bloques de pisos de diferente calidad y finalmente al desarrollo de la urbanizaci贸n propiamente suburbana en el caso de las clases altas.8 Tambi茅n tenemos que tener en cuenta la importancia del capital privado en el desarrollo de las grandes extensiones de pol铆gonos y bloques que para las clases obreras se edifican a partir de los a帽os cincuenta.
La desinversi贸n har谩 referencia al capital privado, dado que el capital p煤blico, y dependiendo por supuesto de las distintas administraciones, o no habr谩 realizado grandes inversiones en una zona de este tipo, o estas desaparecer谩n de forma paralela a la desinversi贸n privada.
Por otro lado, mientras se descapitalizan los inmuebles, el viejo barrio obrero sufre una imparable decadencia fruto del devenir hist贸rico. Por un lado la industria tender谩 a desplazarse a zonas perif茅ricas, a los pol铆gonos industriales asignados por la planificaci贸n urbana a estos menesteres, donde las actividades productivas encontrar谩n grandes superficies de suelo con rentas muy bajas y todas las infraestructuras necesarias para su desarrollo. Otra ventaja que encontrar谩n en esta primera deslocalizaci贸n ser谩 la situaci贸n privilegiada respecto de la red de transportes. Adem谩s el progresivo desarrollo de las comunicaciones y del transporte privado dejara de hacer necesario la ubicaci贸n de las industrias en las proximidades de su mano de obra.
Al mismo tiempo una buena parte de los n煤cleos familiares que se creen en el sector getrificable, as铆 como las nuevas familias obreras que migren hacia la ciudad ir谩n desplaz谩ndose hacia los nuevos barrios obreros de bloques y pol铆gonos, donde encontraran viviendas con mayor espacio, precios asequibles y la opci贸n de compra en propiedad.
Por 煤ltimo la degradaci贸n de la vivienda fruto de la desinversi贸n provocar谩 un efecto de rechazo sobre los habitantes del barrio, que si tienen disponibilidad econ贸mica tender谩n a desplazarse a otras 谩reas de la ciudad. A medida que el deterioro del caser铆o avance, la ruina de este acabar谩 expulsando de forma irremediable a un cierto n煤mero de vecinos del sector, a partir de este momento el caser铆o estar谩 disponible para ser gentrificado.
A medida que avanza la decadencia del barrio obrero es com煤n que se introduzcan elementos desclasados en la zona atra铆dos por las bajas rentas de suelo. Estos elementos desclasados pueden introducirse a lo largo de todo el proceso, aunque principalmente en esta fase, siempre que exista una porci贸n del caser铆o degradado y que los propietarios est茅n dispuestos a alquilarlo (Ma Alba Sargatal, sobre el raval de Barcelona o Le贸n Vela sobre el sector san Luis alameda). Estos elementos podr铆an o bien tener poco efecto sobre el proceso, o bien, en el caso de elementos marginales del lumpen, contribuir al abandono del barrio aumentando el efecto de rechazo sobre otros pobladores.
Cuando el deterioro de un edificio o de toda una 谩rea es suficientemente importante, se llega al punto en que la diferencia entre el beneficio obtenido de la explotaci贸n del suelo y el que se podr铆a obtener potencialmente con un uso 贸ptimo -a trav茅s de la inversi贸n- es tan amplia que hace posible la gentrificaci贸n. 脡sta la 鈥漝iferencia potencial de renta鈥� de Smith y supone la generaci贸n de grandes rentas.
Estas conclusiones fueron establecidas por los reputados ge贸grafos andaluces, Iv谩n y Juan.

Revalorizaci贸n

Las pautas de localizaci贸n de los grupos sociales cambian con el modelo de desarrollo. Tras la crisis estructural de los 70s, y la desestimaci贸n de la producci贸n en cadena y la industria pesada como motor del sistema econ贸mico global, entramos en la era post-fordista en occidente.
Los centros de las ciudades desarrolladas (desindustrializadas o que no han tenido una industrializaci贸n notable pero que convergen ahora en el Nuevo Modelo Econ贸mico) pasan a ser la principal baza para el desarrollo econ贸mico del sistema, esta vez como centros financieros y de servicios, nodos de comunicaci贸n con ciudades y empresas donde se realizan los negocios m谩s rentables. La importancia de los servicios, el turismo y los activos inmobiliarios de las ciudades post-modernas tienden a dar un gran valor a la mercanc铆a inmobiliaria, que se encarece m谩s y m谩s en los centros de las ciudades. El precio se convierte en un factor de rechazo para las clases bajas, mientras que la cercan铆a a los centros tur铆sticos, culturales financieros y comerciales se convierte en un factor de atracci贸n para las clases con mayor poder adquisitivo hacia el centro. Dentro de esta l贸gica los sectores gentrificables de la ciudad se revalorizan.
Las grandes cantidades de capital que circulan por el sector inmobiliario buscan oportunidades de inversi贸n, y la recapitalizaci贸n de sectores desvalorizados, al tiempo que centrales, de la ciudad pueden suponer las inversiones m谩s rentables del mercado de suelo de una urbe dada. Smith relaciona las inversiones en centros degradados con la ca铆da de la tasa de beneficios en las inversiones suburbanas. Coincide que este mercado ya ha sido explotado sobradamente, habi茅ndose ya materializado las mejores oportunidades de inversi贸n, con un cambio en la valorizaci贸n subjetiva del espacio por parte de las clases pudientes con elevado nivel cultural que se ven atra铆das a los barrios de car谩cter hist贸rico o a las proximidades de los centros financieros y de comunicaciones.
En un momento dado las mejores oportunidades de inversi贸n inmobiliaria en el interior de las ciudades no se encuentran en las zonas con los mayores precios del suelo, sino en aquellas con la mayor tasa de crecimiento potencia. Los sectores gentrificables pueden pasar de ser de las zonas con los precios del suelo m谩s bajos de la ciudad a alcanzar las mayores cotizaciones, por lo que los beneficios se maximizan.
Por tratarse de una inversi贸n a medio plazo y por existir una gran competencia por adquirir estos suelos el mercado tender谩 a concentrarse en los inversores m谩s fuertes capaces de realizar las mayores inversiones y mantenerlas durante largos per铆odos para materializar los beneficios, lo que determina la importancia de las grandes compa帽铆as inmobiliarias y las entidades de cr茅dito en el proceso.
Es necesaria sin embargo la existencia de un primer detonante que atraiga las fuerzas del capital privado, a los promotores inmobiliarios, a los intermediarios y a las clases medias, no les es suficiente con que exista la posibilidad de la revalorizaci贸n, a menudo es necesario un detonante que en el caso de muchas ciudades, por la debilidad del capital privado local, es la administraci贸n.
Una vez iniciado el proceso, el efecto de contagio se encarga de expandirlo. La rehabilitaci贸n o reconstrucci贸n es fundamental para adecuar las viviendas a un est谩ndar elevado de vida. Las viviendas son demolidas casi o en su totalidad, pero estructuralmente todav铆a conservan su encanto, falseando el patrimonio o apoy谩ndose en el paisaje del conjunto. Que el gentrificador compre la vivienda o la alquile no supone ninguna diferencia para el proceso.