Tebas y el sistema mafioso creado para Madrid, Barcelona, Atlético y Valencia
13 Sep 2014, 11:38
Los negocios de Javier Tebas
Por José Joaquín Brotons 11 de junio de 2014 11:16 Renglones Torcidos
Javier Tebas, presidente de la Liga de Fútbol Profesional, es el hombre de las acusaciones y frases altisonantes, incapaz de mostrar una sola prueba de cada una de ellas. Siempre mira al tendido como los malos toreros para buscar el aplauso fácil y el altavoz de los medios que le son afines, alguno de ellos con familiares cercanos en la LFP. Para limpiar el estercolero en el que parece moverse, según sus propias declaraciones “los dirigentes de la FIFA son corruptos”, “se compran y se venden partidos”, “hay primas a terceros”, “no me gusta la entrada de Peter Lim en el Valencia”, sería necesario que una persona que ostenta un cargo como el suyo tomara la decisión de ser más comedido o acudiera al juzgado para presentar las demandas necesarias con alguna prueba que permitiera investigar sus acusaciones.
Javier Tebas ha dirigido en la sombra la LFP durante diez años, desde su puesto de vicepresidente y ahora dando la cara como presidente ejecutivo desde abril del año pasado. El apoyo de los dos grandes, Real Madrid y Barça, fue fundamental para asaltar el cargo. Tebas promovió como representante del G-30 (agrupación de algunos clubes de 1ª y 2ª división de la Liga) el acuerdo firmado el 16 de noviembre de 2010: “Ajustes a realizar en el reparto de ingresos derivados de los derechos audiovisuales de SAD y clubes deportivos” donde en el punto séptimo se detalla cómo será el órgano de Control que velará por el desarrollo e implementación del acuerdo y se incluye en el apartado 3 una escandalosa cláusula donde se especifica que estará integrado por seis miembros entre “los que figurarán con carácter permanente Real Madrid CF y FC Barcelona, que conjuntamente tendrán DERECHO A VETO respecto a cualquier propuesta y/o decisión a adoptar en su seno”.
Es decir, el Barça y el Real Madrid no solo son los amos de la Liga en el reparto económico con la mejor parte de la tarta, también son los amos en cualquier decisión que se tome con respecto a los ingresos por derechos audiovisuales. Aquello que no les guste lo vetan y se acabó la discusión. Si esta medida ya es un agravio para el resto de clubes, el mismo 16 de noviembre de 2010 se firmó un “Addendum” al acuerdo mencionado en el que se reflejan unos “pactos adicionales”. En el primero de ellos se recoge que dado que el At. Madrid y el Valencia son miembros permanentes del órgano de control y que ostentan su posición de forma rotatoria también se les otorga el DERECHO A VETO “siempre y cuando éste sea ejercido conjuntamente con otro club/SAD de primera división que ostente la condición de miembro en el órgano de Control”. Por supuesto, esto no afecta a la posición de los dos grandes. O sea que Real Madrid, Barcelona, y de forma rotatoria At. Madrid y Valencia tienen la potestad de vetar cualquier decisión que no les guste. Esta es la medida alentada y activada por Javier Tebas para ganarse el aprecio y el apoyo de los que más tarde le convertirán en presidente de la Liga.
Es necesario explicar cuál ha sido la función operativa y ejecutiva de Javier Tebas dentro de la LFP en los últimos diez años, antes de ser presidente. En representación de los clubes, en la comisión delegada, fue el único responsable operativo y ejecutivo de las gestiones para obtener la máxima valoración de los derechos audiovisuales del G-30 (no de toda la Liga). Desde su despacho de abogados, Tebas Coiduras Law Sport, ejerció la presión necesaria para conseguir los objetivos que le permitían facturar por sus servicios profesionales unos honorarios a cada club asociado al G-30. Para ello estableció un régimen de igualas mensuales con los 30 clubes controlados más bonos por los objetivos obtenidos. Según el perfil e ingreso que potencialmente podía obtener para cada club, ellos le abonaban una minuta mensual de entre 3.000 a 5.000 euros y bonos anuales de entre 20.000 a 30.000 euros por club y objetivos marcados. Estos estaban basados en logros cuantitativos, nunca cualitativos de los contratos. Aunque él ha manifestado reiteradamente que desde que es presidente ya no controla esa parte del negocio, hay dudas sobre si se mantiene el sistema de igualas dentro de su despacho de abogados. Estar dentro y facturar fuera era algo que todos veían con normalidad, el primero el propio Tebas.
Por José Joaquín Brotons 11 de junio de 2014 11:16 Renglones Torcidos
Javier Tebas, presidente de la Liga de Fútbol Profesional, es el hombre de las acusaciones y frases altisonantes, incapaz de mostrar una sola prueba de cada una de ellas. Siempre mira al tendido como los malos toreros para buscar el aplauso fácil y el altavoz de los medios que le son afines, alguno de ellos con familiares cercanos en la LFP. Para limpiar el estercolero en el que parece moverse, según sus propias declaraciones “los dirigentes de la FIFA son corruptos”, “se compran y se venden partidos”, “hay primas a terceros”, “no me gusta la entrada de Peter Lim en el Valencia”, sería necesario que una persona que ostenta un cargo como el suyo tomara la decisión de ser más comedido o acudiera al juzgado para presentar las demandas necesarias con alguna prueba que permitiera investigar sus acusaciones.
Javier Tebas ha dirigido en la sombra la LFP durante diez años, desde su puesto de vicepresidente y ahora dando la cara como presidente ejecutivo desde abril del año pasado. El apoyo de los dos grandes, Real Madrid y Barça, fue fundamental para asaltar el cargo. Tebas promovió como representante del G-30 (agrupación de algunos clubes de 1ª y 2ª división de la Liga) el acuerdo firmado el 16 de noviembre de 2010: “Ajustes a realizar en el reparto de ingresos derivados de los derechos audiovisuales de SAD y clubes deportivos” donde en el punto séptimo se detalla cómo será el órgano de Control que velará por el desarrollo e implementación del acuerdo y se incluye en el apartado 3 una escandalosa cláusula donde se especifica que estará integrado por seis miembros entre “los que figurarán con carácter permanente Real Madrid CF y FC Barcelona, que conjuntamente tendrán DERECHO A VETO respecto a cualquier propuesta y/o decisión a adoptar en su seno”.
Es decir, el Barça y el Real Madrid no solo son los amos de la Liga en el reparto económico con la mejor parte de la tarta, también son los amos en cualquier decisión que se tome con respecto a los ingresos por derechos audiovisuales. Aquello que no les guste lo vetan y se acabó la discusión. Si esta medida ya es un agravio para el resto de clubes, el mismo 16 de noviembre de 2010 se firmó un “Addendum” al acuerdo mencionado en el que se reflejan unos “pactos adicionales”. En el primero de ellos se recoge que dado que el At. Madrid y el Valencia son miembros permanentes del órgano de control y que ostentan su posición de forma rotatoria también se les otorga el DERECHO A VETO “siempre y cuando éste sea ejercido conjuntamente con otro club/SAD de primera división que ostente la condición de miembro en el órgano de Control”. Por supuesto, esto no afecta a la posición de los dos grandes. O sea que Real Madrid, Barcelona, y de forma rotatoria At. Madrid y Valencia tienen la potestad de vetar cualquier decisión que no les guste. Esta es la medida alentada y activada por Javier Tebas para ganarse el aprecio y el apoyo de los que más tarde le convertirán en presidente de la Liga.
Es necesario explicar cuál ha sido la función operativa y ejecutiva de Javier Tebas dentro de la LFP en los últimos diez años, antes de ser presidente. En representación de los clubes, en la comisión delegada, fue el único responsable operativo y ejecutivo de las gestiones para obtener la máxima valoración de los derechos audiovisuales del G-30 (no de toda la Liga). Desde su despacho de abogados, Tebas Coiduras Law Sport, ejerció la presión necesaria para conseguir los objetivos que le permitían facturar por sus servicios profesionales unos honorarios a cada club asociado al G-30. Para ello estableció un régimen de igualas mensuales con los 30 clubes controlados más bonos por los objetivos obtenidos. Según el perfil e ingreso que potencialmente podía obtener para cada club, ellos le abonaban una minuta mensual de entre 3.000 a 5.000 euros y bonos anuales de entre 20.000 a 30.000 euros por club y objetivos marcados. Estos estaban basados en logros cuantitativos, nunca cualitativos de los contratos. Aunque él ha manifestado reiteradamente que desde que es presidente ya no controla esa parte del negocio, hay dudas sobre si se mantiene el sistema de igualas dentro de su despacho de abogados. Estar dentro y facturar fuera era algo que todos veían con normalidad, el primero el propio Tebas.
Re: Tebas y el sistema mafioso creado para Madrid, Barcelona, Atlético y Valencia
14 Sep 2014, 12:12